Las recientes encuestas electorales publicadas por distintos medios de comunicación reflejan que PP y Vox mantendrían una mayoría parlamentaria a pesar del desastre de gestión durante estos dos años y las mentiras y opacidad como modo de proceder. Siempre intentando confundir y engañar a la opinión pública, sin siquiera respetar a los fallecidos de la Dana, hasta el punto de que Vox ni apareció por el funeral de Estado. Y ello a pesar de ocupar la presidencia de Les Corts, siendo por tanto un gesto de desprecio y falta de humanidad ante la tragedia, similar al papel que están jugando en la Comisión de investigación de la Dana en el parlamento valenciano. Esto es, impidiendo tanto el acceso a documentación como a comparecencias que permitan saber la verdad de lo ocurrido, encubriendo la nefasta gestión. E incluso, primero negando y después retrasando la comparecencia de las víctimas, haciendo con ello ostentación del poder que tienen hasta para vetar a quienes legítimamente solo quieren compartir su dolor en la casa del pueblo valenciano.

Soy de la opinión de que comportamientos fariseos y vergonzosos como estos nunca acaban siendo premiados por los votantes, y aún menos por los valencianos, que ya deberíamos estar vacunados frente a quienes nos pretenden engañar con relatos mil veces desmentidos. Vacunados frente a aquellos que insultan a quienes más han sufrido las consecuencias del negacionismo climático que PP y Vox promueven, desregulando el urbanismo para promover la especulación por encima de la seguridad de las personas. Otra cuestión es el tiempo, es decir, cuánto le cuesta digerir a un ciudadano que su voto ha ido a parar a un gobierno que ha hecho tanto mal y actuar en consecuencia en las urnas.

Buena prueba de la indignación ciudadana han sido las multitudinarias manifestaciones y concentraciones, en las que hemos acompañado a las víctimas y hemos exigido verdad, justicia y reparación.

Porque al final, detrás de todas las decisiones del gobierno del PP, con el apoyo de Vox, que seguimos padeciendo no hay valores ni principios, solo intereses económicos de unos pocos a proteger. A saber, los propios de la especulación con el territorio, los que defienden que los ricos paguen menos y que las arcas públicas se sustenten con el sueldo de los humildes. Estos partidos gobiernan para el 1% de la población y quieren hacerte creer que de esta manera protegen tus valores culturales frente a la inmigración, cuando ésta es más una solución que un problema. De otra parte, entre el turismo masivo descontrolado que no quieren regular y las grandes fortunas que viene aquí a especular para obtener el mayor beneficio posible sin que nadie ponga freno, cada vez es más difícil adquirir una vivienda o tomarnos un café a precio normal acorde a nuestros sueldos. Todo ello para mayor gloria de los fondos de inversión extranjeros que no paran de enriquecerse a costa de nuestros derechos.

Dudo mucho que la gente renueve el voto al partido del gobierno autonómico, que ni es capaz de ejecutar el presupuesto recibido para la recuperación de la Dana, que mantiene a la zona afectada en la destrucción y la desesperación, que paga tarde y mal generando asfixia económica en los proveedores de la Generalitat, que oculta datos de los cribados de cáncer de mama cuya gestión han empeorado enormemente, que incrementa listas de espera en atención primaria y dependencia como nunca había sucedido, o que es incapaz de dar solución en la gestión de las ITV. Un gobierno que está utilizando À Punt con un nivel de manipulación que los trabajadores enormemente avergonzados han tenido que denunciar públicamente, que promueve el conflicto lingüístico y reivindica el franquismo hasta casi abrazarlo y que está desmontando todos los mecanismos de transparencia y buen gobierno que pusimos en marcha. Incluido en ello desmantelar la Agencia antifraude para prevenir la corrupción. Un ejecutivo que se muestra inhumano frente al sufrimiento del pueblo palestino mientras este pueblo sufre un genocidio.

No hay mejor encuesta que unas elecciones, y con la dimisión del President y líder del PPCV, al que tanto su partido como Vox han apoyado hasta el último día y a buen seguro que seguirán en el futuro, el pueblo valenciano merece votar y cerrar así esta última nefasta historia que tanto malestar social y vergüenza internacional nos han traído estos dos partidos.

Pues no olvidemos que Mazón siguió de President gracias al apoyo incondicional de ambos partidos, PP y Vox, que lo han sustentado en todas las votaciones con largos aplausos y risas burlonas hacia la oposición, durante este largo año.

Tal y como ya sucedió en el año 2015, estaría bien que el pueblo valenciano pudiera votar para demostrar que ha tomado buena nota de quién y cómo lo han gobernado; que votar a indeseables, mentirosos y corruptos sale demasiado caro; que preferimos un gobierno que abogue por la transparencia y no por la opacidad; que los servicios públicos son importantes y hay que reforzarlos y no desmantelarlos; que la democracia y la honestidad tienen un valor.

En definitiva, junto a la dimisión del President tenemos derecho a votar y recuperar el gobierno al servicio del pueblo.