Por si no teníamos bastante con los famosos donuts americanos, los gofres y las magdalenas (waffles y muffins si eres un moderno), los famosos minicroissants acabados en -itos, e incluso los dulces de forma fálica, llega a la ciudad un nuevo pecado.

Está claro que una de las pocas cosas buenas que trajo la pandemia fue tiempo para desarrollar la creatividad y es que Palmiers, como muchos otros proyectos, surgió en el confinamiento.

El proyecto nace a manos de Alejandra Ugena, arquitecta y creativa de Pastelería Mora (proveedores de la Casa Real Española desde 1877), una empresa familiar de pasteleros artesanos con casi tres siglos de historia, ubicada en Ontinyent y de la que Teo Mora es nada más y nada menos que su 12ª generación. Juntos y promovidos por el amor y la pasión por el oficio decidieron desembocarse en la aventura de crear una línea paralela de la Pastelería Mora: Palmiers Original.

Al naming no le hacen falta muchas explicaciones, “Palmiers” significa palmera en francés y lo eligieron en honor a una temporada en la que Alejandra vivió en Bélgica y obviamente, en referencia al producto estrella de la marca.

Llegados a este punto y antes de meternos en hojaldre, he de reconocer una cosa: no sé quién bautizó por primera vez a estos dulces, pero yo, a día de hoy, sigo viendo la forma de “palmerita” muy cogida con pinzas. Espero no ser la única, si pensáis lo mismo, como dicen las influencers: dejádmelo en comentarios.

Dejando de lado este momento off the record, vamos al tema: Oreo, KitKat, Pistacho, Nocciola, Brownie, cookies, coco, limón, tiramisú, fresa, naranja y cacahuete. Atrás queda elegir entre palmerita “a secas” o de chocolate, 12 sabores a cada cual mejor para pecar con todas las letras. Mi favorita es la de pistacho, pero para gustos palmeritas.

Y bueno, a lo que habéis venido: Palmiers ya tiene tienda física en València y está en El Corte Inglés de Pintor Sorolla, en el sótano, antes de entrar al supermercado. Las palmeritas se pueden comprar por unidades, en cajas de 6 o de 12 y son ideales para regalar, que los “-itos” ya están un poco vistos. También podéis hacer pedidos a través de su página web.

Palmiers, como diría Paulina Rubio: eres mi nuevo vicio.