Nos cuenta Rakel Cernicharo: “No es sólo la panceta lo que hace de este plato una auténtica delicia (cortada a finas láminas que ha sido cocinada previamente a baja temperatura durante 36 horas); a ésta se le añade una reducción de olla podrida que cuece durante un día y medio (y ojo, no se puede enfriar durante este tiempo) de la que resultan unos jugos intensos y unas legumbres caramelizadas por los mismos.

Se le añade además calabacín y zanahoria marinados con diferentes vinagres, pimientas, enebro y ajo; y una cebolla  tierna cocinada a baja temperatura.

Todo acompañado con una mayonesa de wasabi, mayonesa kimchi, mayonesa suave de ajo confitado, junto con los jugos de la olla y de la panceta, y salsa hoising”.

Bien por Karak, ¿acaso ha vuelto el Carmen?