VALÈNCIA. Alquilar un piso en València es ya algo prohibitivo para un tercio de la población. La subida continuada de precios sumada a una oferta en mínimos está provocando la expulsión de muchos inquilinos hacia otras poblaciones cercanas al 'Cap i Casal' ante la imposibilidad de asumir las rentas que se piden en la ciudad. Sin embargo, este problema no solo afecta a la Capital del Turia, sino que ya se extiende a otras grandes ciudades de la Comunitat Valenciana como Alicante o Castellón y se corre el riesgo de que se acaben recalentando los mercados del resto de localidades de sus áreas metropolitanas por ese desvío de la demanda.
Una tensión en el mercado del alquiler que se agrava aún más porque a lo largo de este 2025 expiran los alquileres que se firmaron en 2020, antes de la escalada de precios, lo que está obligando a estos arrendatarios a enfrentarse a un escenario del alquiler muy distinto al de hace cinco años, teniendo que asumir rentas mucho más altas de las que estaban pagando. Y, en la mayoría de los casos, son imposibles de afrontar, obligando a buscar fuera de la ciudad para encontrar alquileres más asequibles.
Así, en este momento, la demanda de alquiler en el territorio valenciano ha aumento un 32,4%, mientras que las inmobiliarias apuntan a un descenso del 33,6% de la oferta de pisos disponible en el mercado. Una brecha que ha generado que el 31,8% de las personas que buscan pisos en la Comunitat Valenciana tengan que desplazarse a otros puntos ante los altos precios de sus grandes ciudades. Se trata mayoritariamente de parejas, con y sin hijos, con una media de edad de 35,6 años, que alquilan pisos de 80,8 metros cuadrados como primera residencia por una renta media de 874 euros.
Estas son las principales conclusiones del estudio realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Sociedad Española de Alquiler Garantizado, en colaboración con la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (ASICVAL), sobre el alquiler de vivienda habitual. “Estamos ante una situación excepcional”, explica Nora García Donet, presidenta de las inmobiliarias valencianas. Y es que, además de la expiración de contratos, también se da la circunstancia de que los propietarios "se sienten muy desamparados desde la aprobación de la Ley de Vivienda", señala. "No hay que olvidar que la mayoría son pequeños propietarios que alquilan la que fue su primera residencia o una propiedad en herencia, cuyas rentas les ayuda a pagar la hipoteca de su casa. Enfrentarse a un largo proceso de impagos y desahucio les da mucho miedo porque puede comprometer su propia situación personal", apunta García.
Aumento de rentas y desplazamiento de la demanda
Según las inmobiliarias valencianas, el precio medio más demandado para una vivienda de alquiler se sitúa en 725,8 euros, pero la renta media es de 874 euros, una diferencia que explica el desplazamiento de muchos vecinos fuera de las grandes capitales en busca de oportunidades más asequibles.

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- Foto: KIKE TABERNER
Por el lado de la oferta, la "inseguridad" que sienten los propietarios ha hecho que el stock de pisos en el mercado valenciano haya descendido en un 33,6%, por lo que a menos oferta y alta demanda, precios más elevados. Eso sí, esta disminución de la oferta es, no obstante, ligeramente inferior al mismo periodo del año anterior, cuando se situaba en el 37,8%.
No solo eso, sino que la gran mayoría de arrendadores ven el mercado del alquiler tradicional como "una actividad de riesgo", apuntan las inmobiliarias, ya que en el último año "ha aumentado un 43,3% la contratación de seguros o garantías de impago de las rentas entre quienes sí deciden apostar por esta modalidad de alquiler".
Parejas que alquilan viviendas de 80 m2 como primera residencia
El perfil mayoritario de persona arrendataria son parejas sin hijos (60,2%), seguidas de las parejas con hijos (59,1%), las personas solas (20,4%) y las personas que comparten piso (19,3%), ya sean amigos (11,8%) o varias unidades familiares (7,5%). El alquiler por parte de empresas representa el 7,5%, según el informe de las inmobiliarias.
En cuanto a la edad, las personas que más alquilan vivienda en la Comunitat Valenciana tienen entre 20 y 30 años (45,2%), seguidas de las que tienen entre 30 y 40 años (44,1%) y las que tienen entre 40 y 50 años (10,8%). La edad media de las personas arrendatarias en la Comunitat es de 35,6 años. Hace cinco años, la media de edad se situaba en los 31,5 años.
Respecto al uso destinado a la vivienda de alquiler, el 93,5% arrenda una vivienda como primera residencia, el 12,9% como piso de estudiantes, el 11,8% por motivos profesionales, y el 4,3% como segunda residencia. Las viviendas más alquiladas por parte de las inmobiliarias valencianas tienen una media de 80,8 meros cuadrados.
Ante el agravamiento de la crisis habitacional, Asicval se suma a las reivindicaciones de FAI para abordar las soluciones al problema de la vivienda de una forma transversal, con políticas que abarquen urbanismo, transporte, fiscalidad y desarrollo territorial, e implicando a la administración a todos los niveles en un gran pacto de Estado por la vivienda.