VALÈNCIA. Las residencias de estudiantes siguen despertando el 'apetito' inversor en València. El prestigio de sus universidades, su clima y la escasa oferta habitacional en la ciudad han provocado que en los últimos años se haya producido un 'boom' de proyectos al calor de una demanda muy activa y una falta de producto. Un déficit que ha llevado a muchas compañías a buscar oportunidades en la Capital del Turia. Y, en este contexto de dinamismo, la promotora Realia, participada en más de un 87% por el magnate mexicano Carlos Slim a través de la firma Inmocemento, que agrupa los negocios inmobiliarios y de cemento del gigante FCC, aterriza en el 'Cap i Casal' con la promoción de un gran activo de 620 plaza en el barrio de Ayora. Una zona que se ha convertido en el epicentro de este tipo de producto por su proximidad con la fachada marítima y la zona universitaria.

En concreto, el nuevo desarrollo se ha proyectado en un solar en la calle Maderas número 50, junto a las calles Benigánim y Alcalde Cano Coloma, a 20 minutos andando de la playa de la Malvarrosa y a 10 minutos del puerto marítimo. Actualmente, el suelo está en completo desuso y no presenta ninguna construcción auxiliar. Antiguamente, la parcela estuvo ocupada por naves industriales que quedaron sin actividad y se demolieron. 

De acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València, el solar, con una superficie en plana de 2.301,58 metros cuadrados, tiene un uso residencial plurifamiliar, aunque se admite el uso residencial comunitario, de ahí que se quiera destinar a una residencia de estudiantes. Esta iniciativa de Realia salió hace unas semanas a exposición pública, paso previo para la obtención de la licencia por parte del Ayuntamiento de València. El presupuesto total asciende a cerca de 22 millones de euros.

Según la documentación presentada por la compañía, la futura residencia contará con 352 habitaciones individuales, 13 de las cuales son accesibles, 110 habitaciones dobles y 16 triples. Por tanto, habrá 478 alojamientos que suman 620 camas. El edificio se ha diseñado en forma de U con  alas asimétricas que cierra el frente de una manzana ya edificada, de forma que cada extremo se adosará a las medianeras existentes y el cuerpo intermedio del edificio dará fachada a la plaza. La geometría del edificio se adaptará a los volúmenes máximos establecidos por el planeamiento, con un ala oeste con 6 alturas más un ático retranqueado, mientras que el cuerpo central contará con 8 alturas más ático y el área este, que da hacia la calle Alcalde Cano, tendrá 5 alturas más ático.

Además, el complejo contará con un semisótano abierto hacia un patio inglés en el que se alojarán los servicios comunes. Para la realización de este semisótano, será necesaria una excavación, ya que se encuentra por debajo de la cota de calle. Sin embargo, al existir un patio al que se abren todos los usos, tendrá un carácter distinto al habitual de un semisótano para garaje, ya que presenta mucha iluminación y ventilación, quedando un uso muy atractivo para usos mixtos y comunes. De hecho, no se prevé que el complejo cuente con parking para vehículos privados.

Así, en esta planta se ubicarán los usos lúdicos y variados: cocina y almacenamiento, cantina, aseos, vestuarios para el personal, salas de estudio y de estar, gimnasio, aparcamiento para bicicletas y espacio para instalaciones. A su vez, el patio interior también será aprovechable para el uso recreativo de los residentes y como carga y descarga de la cocina. La mayoría de estas salas estarán orientadas y comunicadas con el patio interior. Las habitaciones se situarán en todas las plantas alzadas para mantener la privacidad y estarán equipadas con una zona para dormir, otra para el estudio y el trabajo, baño, y cocina, de acuerdo con el proyecto presentado al consistorio.

La previsión de la compañía es que una vez pueda iniciarse la actividad, el centro empleé a unas 20 personas entre la cantina y restaurante, recepción, administración y mantenimiento, según recoge el proyecto.

Las residencias de estudiantes, un activo al alza

Lo cierto es que las residencias de estudiantes son uno de los segmentos inmobiliarios que más está tirando de la inversión en los últimos años a nivel nacional. Según la consultora JLL, el pasado año 2024 este tipo de activos alcanzaron los 756 millones de euros de inversión en el país y València se ha posicionado como uno de los principales mercados por el déficit de plazas y la necesidad de ampliar producto ante la alta demanda de estudiantes.

Según el informe, la oferta en la capital del Turia es de 5.747 camas, lo que provoca una elevada ratio de 19 estudiantes por cama, por encima del resto de las principales plazas del mercado nacional. Por ello, València es uno de los focos para el desarrollo de nuevos proyectos. De hecho, en estos momentos hay varias iniciativas en marcha que sumarán cerca de 2.664 nuevas camas al mercado valenciano en los próximos años, según datos de la consultora.