VALÈNCIA. Atalaya, compañía tecnológica especializada en soluciones para family offices y grandes patrimonios, ha presentado su visión y evolución ante medios económicos en un momento de fuerte transformación del sector del wealth management. La firma, creada en 2020 por Santiago Reyna junto a varios socios, se ha consolidado como un proveedor tecnológico que busca aportar claridad y orden en la gestión patrimonial de las familias empresarias españolas.
El sector vive una reconfiguración marcada por la mayor transferencia patrimonial de la historia reciente, con más de 120 billones de dólares que pasarán de generación en generación en las próximas décadas. La mayor parte del crecimiento neto del patrimonio procede ya de generaciones jóvenes, más exigentes en transparencia y digitalización. En España, este contexto está acelerando la profesionalización de los family offices, un mercado reducido y basado en la recomendación. “La industria va a cambiar mucho porque se va a producir la mayor transición de riqueza de la historia”, señala Reyna. “Hay mucho dinero en manos de gente mayor y los hijos gestionarán de forma diferente”.
Atalaya comenzó a comercializar su solución en 2024 y asegura haber mantenido un ritmo constante de incorporaciones desde marzo de ese año. Entre sus accionistas figuran inversores como Iker Marcaide, Damià Tormo o Quique Calabuig. En este escenario, la compañía ha desarrollado una plataforma compuesta por dos módulos principales: Atalaya Data Fabric, un sistema capaz de integrar datos procedentes de bancos, sistemas contables o documentos en Excel; y Atalaya Insights, que automatiza el reporting y facilita el análisis de la información. La empresa afirma que esta tecnología permite reducir trabajo manual, agilizar la toma de decisiones y mejorar la eficiencia de los equipos patrimoniales. Según sus cifras, ha superado los 3.000 millones de euros en activos integrados y ha logrado reducir un 60% el tiempo dedicado al reporting, aumentando en un 25% la eficiencia operativa de quienes trabajan con la plataforma.

Reyna señala que una de sus claves es la adaptación a las necesidades de cada familia, a través de una arquitectura modular conectada a los sistemas existentes y revisiones periódicas de mejora. "Nuestro trabajo no es gestionar patrimonio, sino dar contexto con tecnología para aportar claridad y criterio”, apunta. La compañía opera en un segmento que considera especialmente sensible a la confianza y la privacidad, factores que condicionan cualquier posible salto internacional. “Es muy difícil cambiar de mercado por la parte de confianza”, señala Reyna, quien asegura que, aunque contemplan un desarrollo fuera de España en el futuro, “el mercado nacional todavía no está agotado”.
Además del desarrollo tecnológico, Atalaya ha impulsado Atalaya Cobalt, una comunidad que reúne a más de 200 familias y que se ha consolidado como uno de los principales puntos de encuentro para family offices en España. El espacio funciona como un entorno para compartir oportunidades, acceder a expertos y promover actividades para las nuevas generaciones. De cara a los próximos meses, Atalaya prepara el lanzamiento de su propio sistema de inteligencia artificial, previsto para el primer semestre de 2025 y desarrollado internamente para garantizar la confidencialidad de los datos. La empresa también planea ampliar el ecosistema Cobalt, cerrar alianzas con entidades financieras y tecnológicas y ejecutar una nueva ronda interna de financiación. Reyna explica que la prioridad será “ordenar el dato, ampliar el ecosistema y doblar los activos integrados en la plataforma”.