VALÈNCIA. Algo rezagados en el entorno comunitario, estaba previsto que 2025 fuese el año del despegue definitivo de la venta de coches eléctricos en nuestro país. Las ventas empezaron a subir en 2024 con 65.478 unidades matriculadas y una cuota del acumulado del año de 5,36%. Las ayudas públicas a la adquisición de este tipo de coches se han prorrogado hasta el 31 de diciembre de este año, pero no es esta la razón principal del aumento de la demanda.

Según Wojtek Siudzinski, presidente de la Asociación Valenciana del Vehículo Eléctrico (AVVE), los argumentos que hasta hace unos años explicaban la lenta adopción del coche puramente eléctrico en nuestro país han desaparecido. Uno era el precio en la compra, el cual lleva bajando un 20% dos años consecutivos gracias al descenso de costes en la fabricación de las baterías, por debajo de los 100 dólares por kilowatio hora (kWh).

Otro argumento era la falta de infraestructura para su recarga, dotada ya con una red de 46.358 puntos públicos, con una distribución homogénea, aunque con amplio margen de mejora.  Otro factor que ha contribuido al aumento de la demanda es el crecimiento de la oferta que permite a los compradores tener mas posibilidades de elección. A la entrada de vehículos eléctricos procedentes de China con buen resultado y precios muy agresivos, se suma ya el mercado de segunda mano. Por último, la progresiva creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las principales ciudades españolas, como las que se esperan en Valencia, servirán también como factor dinamizador para la compra del coche eléctrico

Cuestión de fiabilidad

Hasta aquí, parece descrito el escenario propicio para el florecimiento de esta industria. Sin embargo, a juicio de Siudzinski, quedaban dos problema graves pendientes de resolución: primero, que muchos de los puntos de recarga que se han creado no funcionan bien -uno de cada cuatro- y, segundo, que el proceso de carga y de pago no es tan sencillo como previéramos esperar.

Para dar respuesta a ambas dificultades, Siudzinski ha fundado Gaia Charge, un solución de origen valenciano con la que pretende crear una red de recarga de vehículos eléctricos (VE) “que no aspira a ser ni la más grande ni la más rápida, sino la más fiable”. Para ello ha desarrollado una tecnología propia: EVOrad, diseñada para ser compatible con los estándares de la industria y que llevan dos años testando trabajando para terceros. Ello es lo que les hace estar convencidos al 100% de que su tecnología no va a fallar. Al sistema de carga propio, añaden un software que hace funcionar el cargador y las aplicaciones que están en la nube o en el teléfono, todo desarrollo propio.

Para poner en marcha la red han abierto una ronda de inversión en la que quieren dar cabida a todos los partidarios de la conducción eléctrica y crear una comunidad en torno a Gaia Charge, aunque la financiación la hayan limitado a 255 personas inversoras, que es la capacidad que creen tener para atenderles correctamente. 

También pensando en la infraestructura, el emprendedor Enrique Alía cofundó hace siete años CargaTuCoche, una plataforma colaborativa que se especializa en la instalación de puntos de recarga en domicilios, garajes comunitarios, parkings privados o empresas. 

Pero si hay un caso de éxito emprendedor en España dentro de la movilidad eléctrica ese es el de Wallbox, la compañía catalana que fabrica cargadores eléctricos para coches cofundada por Eric Asunción y Eduard Castañeda. Catalogada ya como unicornio nacional, la compañía, que salió a cotizar en Wall Street en 2021, ha contado, entre otras, con ayudas vinculadas al Plan de Recuperación y el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (IVEC).

Fabricación de vehículos

Y aunque el IVEC se haya formulado para el desarrollo y fabricación de vehículos eléctricos y conectados a la red, por ahora, uno de los pocos emprendedores españoles que se han atrevido con la fabricación de coches eléctricos ha sido Antonio Espinosa de los Monteros, quien fuera fundador de la marca de agua Auara y ahora al frente de Liux, startup dedicada a la movilidad sostenible mediante el diseño y desarrollo de automóviles eléctricos fabricados con materiales naturales y reciclables. 

Geko es el vehículo con el que Liux debutará en el mercado, un pequeño y ligero coche urbano de mecánica eléctrica capaz de alcanzar una velocidad máxima de 90 km/h, de carga con enchufe doméstico y que reduce en un 61% las emisiones de CO2. Según algunas informaciones recientes, en 2026 se producirán 2.500 unidades de este biplaza eléctrico, mientras que en la pagina web de la compañía se ha habilitado una lista de espera.

De dos ruedas

Más prolífica es la oferta de vehículos eléctricos de dos ruedas. El emprendedor Emilio Froján fue uno de los primeros en lanzar una marca española de motos y ciclomotores 100% eléctricos. A esto se dedica Velca.

Ya dentro de la micromovilidad están surgiendo marcas como la valenciana Clover, con el foco en las bicicletas eléctricas e impulsada por Antonio Barbus (CEO) junto con Scott Murphy y Nikolas Mizdrak. Se postulan como el primer servicio de suscripción de micromovilidad con intercambios ilimitados de baterías, eliminando las barreras de acceso al transporte sostenible y ofreciendo una solución sin preocupaciones para moverse por la ciudad. Su plataforma permite a particulares, empresas y repartidores acceder a bicicletas eléctricas, cargo bikes y plegables, todas impulsadas por un único sistema de batería intercambiable, garantizando máxima autonomía y flexibilidad.

¿El freno del apagón?

Y para aquellos que sospechen que episodios como el vivido en España el pasado 28 de abril con el apagón eléctrico total pueden suponer un freno a la adopción de la movilidad eléctrica, recuerda Wojtek Siudzinski que tampoco ese día los coches de combustión pudieron cargar en las gasolineras porque los surtidores también se han electrificado.