VALÈNCIA. El mercado funerario también vive su propia transformación. Lo hace de la mano la tecnología y la creatividad con la aparición de nuevas ideas de negocio que ponen el foco en este nicho bautizado como funeral tech.

Iteralix es una startup surgida en Barcelona a mediados de 2021 con el propósito de cambiar la percepción de la muerte y los funerales en la sociedad. En este sentido ofrecen la posibilidad de organizar ceremonias personalizadas, íntimas y únicas, en escenarios emblemáticos que convierten los funerales en experiencias disruptivas. Con un abanico de 58 experiencias para elegir en 32 ciudades españolas, los familiares y amigos pueden seleccionar en esta plataforma digital distintos ambientes y experiencias para rendir un último homenaje al desaparecido.

Un funeral planner

También en La última y nos vamos quieren romper los códigos de la categoría mediante una plataforma digital que permite a cualquier usuario planear su despedida “con libertad, autenticidad y cero tabúes. Porque la muerte llega, sí... pero cómo te recuerdan, lo eliges tú”, sostienen Alex Nyx y Lidia Gallera, fundadoras de la compañía y directoras creativas al frente de una agencia de comunicación. La empresa ofrece un servicio integral en el que se hacen cargo de la urna, las flores, las canciones o el vestuario elegido por el finado, pero también se preocupan por el destino de sus mascotas y su legado digital. “Nuestro enfoque combina planificación funeraria + legado emocional en una experiencia respetuosa y que pretende ser un reflejo de tu vida”, afirman las fundadoras.

Más conservadora es la idea de En homenaje, donde han aprovechado la tecnología para digitalizar las tradicionales esquelas y ofrecer un tributo en recuerdo de los seres queridos. La startup, fundada por la ingeniera química Raquel Martínez Sánchez, ha sido acelerada en el hub El Cable, dentro de la red de Andalucía Open Future.

Un paso más allá van en la Deep nostalgia, propiedad de MyHeritage, donde han desarrollado una tecnología que permite animar imágenes antiguas de familiares fallecidos que otorga un realismo y movimiento que, la verdad, impresiona. 

Réquiem por tu mascota

Con el foco puesto exclusivamente en las mascotas -también incluye animales exóticos- y aprovechando que la Ley de Bienestar animal obliga a sus dueños a la cremación, surgen empresas como Depet donde, además de servicios funerarios y velatorios, ofrecen también todo un merchandising que llaman ‘jardín de los recuerdos’ para preservarlas en la memoria. Se incluyen aquí desde colgantes para cenizas hasta relicarios o marcos de fotos. Que la empresa va bien lo ponen de manifiesto los 4,4 millones de euros que acaban de levantar para expandirse en el mercado, los cuales se suman a otros 5 millones conseguidos el año pasado con la misma intención de ampliar su red de crematorios.

Para los más sostenibles

Pensando en aquellos que quieren alinear los rituales de un deceso a los valores de la sostenibilidad, se postulan ideas de lo más imaginativas. En la startup estadounidense Recompose convierten los cadáveres en compostaje humano mediante un proceso llamado de reducción orgánica natural para transformar los restos en suelo cultivable. Sería una fórmula para asegurar la vida después de la muerte.

Bastante radical parece también la propuesta de Loop Living Cocoon donde han desarrollado el primer ataúd del mundo hecho con setas y forrado “con un suave lecho de musgo”. El ataúd se cultiva en 7 días a partir de setas locales y fibras de cáñamo recicladas y es capaz de reintegrarse en la naturaleza en el plazo de 45 días, una elección “para quienes desean devolver algo a la naturaleza y dejar un mundo mejor a las generaciones venideras”, afirman. Su ataúd viviente promete no solo el descanso eterno, sino también una contribución positiva al medio ambiente. 

Para los más materialistas

En otro escenario se mueven aquellos que no ves incompatibilidad entre los bienes terrenales y la espiritualidad. Para estos también apuntan soluciones como las que convierten las cenizas de los seres queridos que se han ido en diamantes que te acompañarán toda la vida. Al menos esa es la promesa que hacen en Eterneva donde quieren convertir “una vida en un legado” dando “brillo y significado a la pérdida”. Extienden también la oferta a las mascotas. El empresario estadounidense y antiguo propietario de los Dallas Mavericks de la NBA Mark Cuban figura entre los inversores de la compañía.

Entierro espacial…o no

Y ya puestos a imaginar, ¿por qué no concedernos en la otra vida el sueño de viajar al espacio que no pudimos permitirnos en vida? Celestis es el nombre de la empresa estadounidense con más de 30 años de recorrido que ofrece esta posibilidad enviando una pequeña porción de las cenizas o una muestra de ADN para ser trasladadas en uno de sus ‘vuelos serenity’ y ponerlas en órbita. Claro que el ingenio no siempre sale bien como pasó el pasado 23 de junio cuando el vuelo Perseverance, que transportaba las cenizas y el ADN de 166 participantes, tras completar dos órbitas alrededor de la Tierra, se perdió en el reingreso hasta impactar en el Pacífico y “dispersara su contenido en el mar”, según explicaba la compañía en un comunicado difundido en su página web. Era la primera misión Celestis diseñada para regresar de la órbita a la tierra, aunque al final el descanso lo hallasen en la inmensidad del Pacífico.