VALÈNCIA. En medio de una crisis que se adivina, próximamente, descomunal, cercana a la economía de guerra y tras una pandemia que parecía reservada a guionistas especializados en taquillazos, los partidos políticos van ejecutando su hoja de ruta para afrontar las próximas citas electorales que se avecinan en mayo. Las municipales y algunas autonómicas son el gran reto para el 2023. Y en València se advierte que será una partida apasionante. Más aún cuando las encuestas pronostican un resultado ajustado.
Por ahí, todo hace indicar que no tendremos sorpresas en lo más alto de las listas. Joan Ribó, María José Catalá, Sandra Gómez y Fernando Giner tienen todas las papeletas para repetir (lo de Vox, lo dejamos en la nevera porque es otro mundo, da igual a quién presenten), pero sobre cada uno de los mencionados concurren circunstancias que dejarían en papel mojado este análisis.
Para empezar, Joan Ribó debe desvelar lo que hace un año y medio parecía poco probable. Que repita candidatura. En esta misma sección, en octubre de 2021, describíamos la situación en la que se encontraba el primer edil. En 2020 dejaba claras señales de renunciar al intento de ser reelegido. No se veía con setenta y tantos haciendo mítines o debates. En Compromís estaban inquietos. Gente de su círculo recibía visitas para que le presionaran. Él recibió presión, a su mujer la presionaban, cariñosamente. Sin él, las posibilidades de repetir el éxito que se alcanzó en 2019 se tornaría en misión imposible. Pero a lo largo de los meses, su discurso fue variando hasta señalar que este verano, antes o después de las vacaciones, anunciaría su decisión, que ahora se decanta por la continuidad, amén de señalar en marzo de este año en una entrevista a Valencia Plaza: «¿Candidato otra vez? Ahora mismo estoy con ganas y ánimo».