VALÈNCIA. La falta de servicios públicos, el alto envejecimiento y la escasez de recursos son algunos de los retos a los que se enfrenta diariamente la ciudadanía que forma parte del mundo rural. Sus habitantes no solo están alejados de los grandes privilegios de la ciudad, sino que además ven cómo su hogar se apaga hasta adentrarse en un concepto peligroso, el de riesgo de extinción.
Esta es la dura realidad que vive el Rincón de Ademuz, posicionada como la comarca con menos densidad de población de toda la Comunitat Valenciana; un dato preocupante que se ha agravado en los últimos años y que requiere de intervenciones urgentes si realmente se quiere salvar sus pueblos antes de que sea demasiado tarde.