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Cinco planes de otoño en El Puig de Santa María

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VALÈNCIA. Cuando el calor del verano afloja su intensidad, El Puig de Santa María despliega su encanto con una luz más dorada, cielos límpidos y un ambiente tranquilo invitando a redescubrir cada rincón. Este otoño, te proponemos cinco planes irresistibles para vivir la esencia mediterránea de este municipio entre huerta, mar e historia.

1. Ver el atardecer en la Montaña de la Patà

Enclavada como un mirador natural sobre el término municipal, la Montaña de la Patà es el sitio ideal para contemplar el ocaso. Al descender el sol, los tonos cálidos tiñen el paisaje: cerros, huertas y mar se fusionan en una estampa que invita a la pausa, al susurro y a la contemplación. Desde allí, en silencio, podrás sentir la tierra valenciana y dejar que el firmamento pinte el cielo con los colores del atardecer.

2. Visitar el Monasterio de Santa Maria del Puig

Este majestuoso edificio renacentista, fundado por el rey Jaume I en memoria de la Conquista, es el patrimonio vivo de El Puig. En su interior puedes recorrer sus claustros, el salón real, el salón gótico y contemplar la réplica de la espada del rey. Más allá de su arquitectura, cada piedra conserva leyendas y ecos del pasado, envolviéndote en la historia del lugar.
Una visita guiada por este monumento permite conectar con la memoria del territorio, apreciando no solo el arte, sino la fe, el simbolismo y el relato de los pueblos que aquí vivieron.

3. Conocer la huella de Jaume I en El Puig

No se trata solo de visitar, sino de sumergirse. El Puig fue protagonista durante la reconquista de Valencia: fue en este enclave donde se libró la decisiva Batalla del Puig en 1237. 

Podrás descubrir rutas guiadas como “La Huella de Jaume I”, que te llevan por el casco histórico, los restos del antiguo castillo de Enesa y otros vestigios; “Los sueños de Margarita”, una ruta teatralizada en la ermita de Sant Jordi, permite revivir episodios épicos, leyendas populares y la evolución de la villa. Por último, los más pequeños descubrirán la historia de la mano de Violante de Hungría en “Jaume I ¡Menuda historia!".  

4. Degustar la gastronomía mediterránea saludable

La mesa de El Puig celebra la huerta valenciana y el mar, combinando tradición e innovación. En sus restaurantes te esperan platos locales como el “arròs a banda”, “fideuà de pato”, la “olla de Sant Pere”, y una selección de dulces tradicionales: pastissets de boniato, pastissets d’ametla, fartons, coca cristina, coca sagí o coca en llanda.
Otoño es temporada ideal: los productos de la huerta (tomate de temporada, alcachofa, calabaza, legumbres) exhiben su máxima frescura. Además, numerosos locales reinterpretan recetas clásicas con toques contemporáneos, convirtiendo cada comida en una experiencia de sabor y arraigo.

5. Disfrutar del mar 

Aunque parezca una propuesta veraniega, el litoral del Puig conserva su fascinación en otoño: playas tranquilas, brisas suaves y la luz del mar que magnifica los sentidos.
Un paseo por la playa, descubriendo el ecosistema dunar, o visitando la torre de guaita, son planes perfectos para recargar energía frente al Mediterráneo.
Además, el litoral revela pequeños rincones rocosos, costas escondidas y la refrescante soledad de quienes buscan calma frente al mar.

Una última sugerencia

Para completar tu otoño en El Puig, puedes participar en las rutas culturales para descubrir los refugios y trincheras de la Guerra Civil, la singular ermita de Sant Jordi o la Cartuja de Ara Christi. Estas rutas permiten combinar naturaleza e historia en un solo plan.

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