VALÈNCIA. Valencia se ha consolidado como uno de los principales polos industriales y comerciales de España gracias a un aliado histórico: Feria Valencia. Desde hace décadas, este recinto se ha convertido en el gran escaparate internacional de sectores estratégicos como el mueble, la iluminación, el azulejo o el textil, y hoy sigue siendo una herramienta de marketing imprescindible para la internacionalización de la industria autonómica.
Cada año, unos 50.000 compradores profesionales de todo el mundo visitan los salones de Feria Valencia. Para atraerlos, la institución ha reforzado su estrategia, modernizando sus campañas de promoción. “Nuestro enfoque se sustenta en la colaboración con organismos como IVACE, ICEX y la Cámara de Comercio, además de asociaciones sectoriales, lo que nos permite amplificar nuestro alcance y credibilidad en los mercados internacionales”, explica María José Sanfélix, del Departamento de Compradores de Feria Valencia.
Además de la labor institucional, Feria Valencia implementa campañas de marketing atractivas que incluyen paquetes integrales con noches de alojamiento, transporte y servicios de transfer hotel-feria-hotel, eliminando así las barreras logísticas que podrían disuadir a los compradores internacionales. Además, proporciona apoyo completo en el proceso de obtención de visados mediante cartas de invitación, simplificando significativamente los trámites burocráticos a los que se debe enfrentar el comprador internacional que quiere visitar la Feria.
Se trata de una estrategia sólida y muy coordinada de misiones inversas y campañas de captación de compradores, que abarca múltiples sectores en ferias como Hábitat, Cevisama, FIMI, Textilhogar, Iberflora, FIMMA – Maderalia, Gastrónoma, Funermostra, Hygienalia o Nutraceuticals.

Valor directo para las empresas valencianas
El esfuerzo tiene una repercusión clara en la industria local. “La capacidad de compra del visitante internacional es muy superior a la del mercado doméstico, lo que se traduce en oportunidades reales de negocio para nuestros expositores”, afirma Sanfélix.
Feria Valencia trabaja en estrecha colaboración con IVACE Internacional para potenciar el proceso de internacionalización de las empresas valencianas. Esta sinergia les permite “no solo atraer a los compradores adecuados, sino también conectar a nuestros expositores con la orientación especializada y personalizada que necesitan según el país o región a la que deseen dirigirse. De esta manera, creamos un ecosistema integral de apoyo que maximiza las oportunidades comerciales que surgen durante nuestros eventos”, asegura.
Esa internacionalización es palpable en el testimonio de empresarios que llevan años confiando en el potencial del recinto de Benimàmet. Paco Cambres, director general de Marckeric SL, lo resume así: “Feria Valencia ha sido un punto de inflexión para nuestra empresa. Nos ha permitido mostrar nuestras colecciones en un entorno profesional y muy especializado, donde confluyen compradores internacionales de primer nivel. Gracias a su proyección global hemos podido establecer contactos directos con importadores y cadenas de distribución que difícilmente habríamos alcanzado de otra forma. Además, el hecho de reunir en un mismo espacio a tantos profesionales nos facilita validar tendencias, ajustar propuestas y abrir nuevos mercados”.

Desde otra perspectiva, Vicente Pons, director comercial de Point, recuerda que su empresa lleva 62 años participando en Feria Hábitat: “Para nosotros fue la principal herramienta comercial durante muchos años; crecimos con la feria y aguantamos las crisis gracias a ella. Siempre nos viene algún cliente nuevo”.
De hecho, Cambres entiende su participación no como un gasto, sino como una inversión estratégica que impulsa crecimiento y reputación, “es cierto que una feria supone una inversión importante en tiempo, recursos y planificación, pero los resultados compensan con creces ese esfuerzo con un impacto directo en visibilidad, nuevos contactos comerciales, acuerdos cerrados... así como la posibilidad de posicionar nuestra marca en un entorno internacional, a consolidar relaciones con clientes estratégicos y a abrir la puerta a mercados donde de otra forma sería mucho más difícil llegar”.
Competitividad global y futuro
Las empresas valencianas, además de mostrar sus productos, encuentran en Feria Valencia un punto de validación de tendencias y conocimiento de mercados emergentes. Tanto Cambres como Pons coinciden en que la feria ofrece ventajas frente a otros eventos internacionales: proximidad, costes más competitivos y una demostración de la calidad-precio del producto español.
El reto pasa ahora por ampliar la proyección digital, atraer compradores de nuevos mercados y reforzar el networking profesional. En este sentido, Sanfélix añade que “detectamos varias tendencias significativas en los mercados internacionales que están redefiniendo el panorama ferial, como un aumento de la digitalización, una mayor conciencia sobre sostenibilidad, nuevos mercados emergentes, o cambios en los comportamientos de compra post-COVID”.
Para mantener la competitividad en este contexto global, la organización trabaja en la adaptación de la oferta a un mercado en constante evolución, “en contacto constante con todo el tejido empresarial y sectores productivos en los que Feria Valencia está implicada”.
Con un impacto cercano a los 881 millones de euros anuales y la capacidad de conectar a miles de compradores de todo el mundo con el tejido industrial valenciano, Feria Valencia no solo impulsa negocio, sino que consolida a la Comunitat como un referente internacional en diseño, innovación y calidad.