VALÈNCIA. Azud es una de las principales empresas de la Región de Murcia y puede que sea en la que más se refleja la esencia de la región: a pesar de ser una de las zonas donde menos llueve de España, está considerada la huerta de Europa —cultivan más del 40% de frutas y hortalizas que España exporta a Europa— y eso es gracias a que más del 90% de la superficie cultivada se riega por goteo y el ratio de regeneración de aguas residuales, principalmente para riego, es del 98%, cuando la media nacional es del 9% o la de Europa es del 5%. Y en ello ha tenido mucho que ver Azud, que, desde 1990, se dedica a sistemas de riego localizado, sistemas de filtración y sistemas de tratamiento del agua para uso agrícola, industrial, municipal y medioambiental. “Si tuviera que definir la empresa diría que es tecnología y conocimiento para un uso eficiente del agua”, afirma Alejandro Escolar, CEO de la compañía, en el podcast ‘Territorio Empresas’ de Banco Sabadell en Plaza Podcast.
Porque una de las principales características de Azud es el peso que tiene la innovación en toda la empresa. “Para nosotros fue muy importante entender que la innovación es lo que realmente te diferencia de la competencia. Si realmente quieres competir y mantener la cuenta de resultados saneada debes apoyarte mucho en la innovación, no solo en producto, también en servicio y en modelo de negocio. Y nosotros somos muy activos en los tres campos y, por ejemplo, tenemos más de 65 patentes. La innovación te ayuda a fabricar productos que realmente aportan un valor a los clientes y, además, son productos de calidad, que es otra de nuestras señas de identidad”.
A la innovación y la calidad se une el tercer aspecto para entender qué es Azud: la internacionalización. Azud está presente en más de 100 países y cuenta con más de 450 empleados. "La clave de nuestro proyecto internacional es que, para nosotros, la única manera de que realmente haya una transferencia de conocimiento efectiva a los clientes, es estar cerca de ellos, acompañarlos y hacerles entender que tan importante es el producto, su calidad, como el conocimiento de la aplicación de ese producto. Yo siempre suelo decir que vendemos conocimiento y facturamos producto”, señala el CEO de Azud.
Así, por ejemplo, sus productos aportan más rentabilidad, mayor precisión y más sostenibilidad, al reducir y optimizar el consumo de agua y de fertilizantes o al adecuar el riego a las necesidades del cultivo. De ahí que su claim sea ‘La cultura del agua’, “va más allá de un claim, es el eje que pivota en nuestra propuesta, lo que define a la empresa y nuestro propósito. Además es transversal, cuando hablamos de cultura del agua hablamos de las sensibilidades del sector de agricultura, jardinería, industrial, municipal, incluso humana, sectores todos ellos en los que estamos presentes”.

Desafíos de futuro
Esa experiencia acumulada en estos treinta y cinco años de existencia va a ser clave para hacer frente a los desafíos de futuro del sector que, para Alejandro Escolar, son dos: el primero, la limitada disponibilidad de fuentes de agua convencional que “nos va a obligar a utilizarla adecuadamente y algunos sectores como la agricultura tendrán que buscar fuentes alternativas de agua, como la desalinización o la regeneración de agua residual", y el segundo será el aumento del coste del agua, en particular, y de los insumos, en general.
Y ante esos desafíos también será clave la innovación, “el denominador común de todo lo que estamos desarrollando, a día de hoy, es la digitalización y esa digitalización incorpora, como no, la inteligencia artificial, que ayudará a nuestros clientes a hacer un uso eficiente del agua y a tener un control fiable y predecible del consumo”, asegura Alejandro Escolar, quien considera que la inteligencia artificial es una excelente herramienta, pero “solo si está en manos de gente con inteligencia natural”.

Las personas, el activo más importante de Azud
Porque, para el CEO de Azud, lo importante son las personas, “son el activo más importante de la empresa”. Y para él no es una frase hecha, sino que realmente se la cree: “Yo escucho mucho. A mi equipo, dándoles espacio para opinar, para que tomen decisiones y desarrollen su talento, y también al cliente —San Cliente, le llaman—, porque son los que nos inspiran para innovar y creo que es un error no escucharlos y entender lo que necesitan”.
Un proceso de escucha que, en el caso de Alejandro Escolar, se ha intensificado en los últimos años. Escolar lleva veintisiete años trabajando en la familia de Azud (aunque no es una empresa familiar propiamente dicha se definen como una familia), donde ha crecido tanto personal como profesionalmente. Y hace dos años, tras la jubilación de Tomás Pérez, director general de Azud durante más de 30 años y pieza clave en el éxito de la empresa, fue nombrado nuevo director general y CEO. “Lo he afrontado con mucha humildad, mucha escucha y en modo aprendizaje, como digo yo, y con respeto por el trabajo realizado durante todos estos años. Pero también combinándolo con el impulso a la transformación de la empresa, para capitalizar el prestigio de la marca y colocar a Azud donde le corresponde”.
En este sentido, existe un proyecto a cinco años de crecimiento con el que quieren reforzar la presencia de Azud en los sectores donde ya están posicionados y entrar y consolidarse en aquellos sectores que están por conquistar. Y ahí Alejandro Escolar pone el ejemplo de la minería, ya que la tubería de riego que se utiliza en la agricultura o en la jardinería también se puede utilizar en la minería, “esa capacidad de tener un producto que sea muy transversal y sectorial nos da muchas oportunidades de crecimiento en sectores donde históricamente no hemos estado”.
Y en esos proyectos saben que pueden contar con las entidades financieras, como el Banco Sabadell, que creen en su proyecto. Al final, tal y como hace Azud con sus clientes, que les escucha, les conoce y entiende qué necesitan, ellos han hecho con la banca, haciéndoles partícipes de sus proyectos, haciendo que conozcan bien la empresa, a sus clientes, sus mercados…, ”esto ha sido fundamental porque, al final, la entidad financiera cuenta con un abanico de soluciones y, si te conocen bien, conocen tus sensibilidades, tus problemas, te van a poder ofrecer soluciones que te encajen a la perfección”.