VALÈNCIA. El abogado valenciano Víctor Soriano dejó Gómez-Acebo & Pombo para abrir el despacho Soriano i Piqueras que cuenta oficinas en Valencia y Madrid y ha sido reconocido en el directorio BestLawyers, que agrupa a los mejores abogados de España, en dos categorías: derecho administrativo y derecho inmobiliario. Ahora, se ha visto en el epicentro del debate judicial por defender a la acusación popular en el caso contra el fiscal general del Estado por las filtraciones del novio de Ayuso.
«Todos tienen derecho de defensa», afirma Soriano cuando se le pregunta por la polémica, e insiste en que «lo que hace interesante un asunto es su complejidad jurídica, el que tenga interés mediático solo complica mi trabajo». El abogado, de hecho, tiene por norma no dar declaraciones a la prensa a la salida de los juzgados para preservar el secreto de los procedimientos, pese a que hay un puñado de asuntos sonados entre sus expedientes. Por su despacho ha pasado el futbolista italiano Marco Borriello, al que defiende en un caso de delito urbanístico en su chalet de Ibiza, la acusación particular en la millonaria estafa del Madeira Invest Club, la batalla legal contra el Ayuntamiento de Valencia de los propietarios de apartamentos turísticos o el litigio para salvar del derribo el rascacielos Gemelos 28 de Benidorm.
El joven letrado, que también fue profesor de derecho administrativo en Valencia, se ha especializado en derecho penal de delitos de corrupción y urbanísticos tras dirigir durante un lustro la asesoría jurídica del PPCV, bajo las riendas de Isabel Bonig y Carlos Mazón. Fue en esa etapa cuando se hizo cargo de la acusación contra el hermano de Ximo Puig por su caso de fraude en las subvenciones recibidas de la Generalitat, que el juez ya ha mandado a juicio.
Su perfil hace del abogado un penalista inusual. «Víctor Soriano es uno de los mejores abogados de derecho administrativo y derecho penal administrativo y urbanístico», afirma Enrique Enguix, consultor y socio de la firma Soriano i Piqueras, que insiste en que el letrado «se ha hecho un hueco entre los abogados penalistas más reconocidos de España pese a que sus orígenes vienen del derecho administrativo, lo que le da más valor delante de un juez cuando el tema tiene vínculos con la administración». Esto hace de Víctor Soriano una rara avis de la abogacía española: ser, quizás, el único administrativista y urbanista acostumbrado a ponerse la toga en procedimientos penales de primera magnitud en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, un circuito limitado a muy pocos nombres.
Entre los clientes del despacho Soriano i Piqueras hay promotores valencianos, empresas e inversores internacionales, pero también particulares que buscan una defensa letrada muy especializada. «Mi intención es poder centrarme en la tarea técnica y jurídica, por eso me apoyo en un excelente equipo para consolidarnos en Valencia y crecer en Madrid y en las islas Baleares, donde tenemos mucho potencial», afirma el propio Soriano, que ha confiado la dirección de su oficina madrileña al abogado José Luis Pantoja.