VALÈNCIA. Hoy nos despojamos de prejuicios poco juiciosos y bastante sosos. Soltamos lastre de lo redicho y tan escuchado, y nos dejamos llevar con libertad y diversión, de todo a mogollón. Porque los vinos ya no aguantan antiguos corsés que dicen que tal color es con cual compañía, tiempo o lugar. Porque los hay tan variados que todos tienen cabida, y rebeldes como estamos, pedimos deseos de blancos, con cuchareo, chuletón y su biruji cuando es invierno; y de tintos con pececillos, en chiringuitos, bajo sombrilla para el estío, tío. Como algunos de los que componen esta lista, tintorris frescales con personalidad que nos cuentan muchas cosas cuando calienta el sol, aquí en la urbe. O en la playa, vaya, vaya.
Y vaya si vamos, nada menos que con el Suertes Cool 2017 (Suertes del Marqués) que es una sorpresa tinerfeña de glugluglú y a lo loco. Listán negro en botella de litro que se queda corta. Un no parar de aireado paseo nocturno bajo brisa marina y bichitos que revolotean, de los buenos, por supuesto. Frutillas joviales y sin un pelo de bobas que disfrutamos con un imprescindible de temporada, unas sardinas a la brasa.