Alejandro está más relajado que nunca y eso se nota —para bien. Dicen, muchos de sus clientes, que fue un bendición perder la Estrella y acercar su cocina a la calle, a un formato más popular. Yo me alegro de lo segundo, pero no estoy tan de acuerdo en lo primero: son dos cosas perfectamente compatibles. Las futuras Estrellas de Valencia (conociendo como conozco a la rouge) tienen más sentido en Nómada o Habitual que en los grandes clásicos. Al tiempo.

La propuesta gastronómica sigue fiel a su menú del día, “gastronomía valenciana de mercado”, con tres variantes. Dos formatos más cortos (23,50 € el Menú Medio Sol y 32,50 € el Menú Luna) y el gastronómico; en todos es habitual ver cómo recuperan alguno de los grandes clásicos de la casa —como esta tortilla de patata y trufa (con cebollino) servida en copa Martini. ¿Nos gusta? Nos gusta. Pero queremos más presente: platazos nuevos.