VALÈNCIA. Adiós a una de las huellas de la Copa América de València. El catamarán que el equipo suizo Alinghi regaló a la ciudad en 2012 será finalmente desguazado tras más de una década abandonado en la Marina Sur. El Ayuntamiento del Cap i Casal ha iniciado los trámites para la desafectación de la embarcación, lo que supone cambiar su calificación de bien de dominio público a bien patrimonial y declararlo efecto no utilizable después de que un informe encargado por el consistorio haya confirmado que el coste de reparar el catamarán superaría el medio millón de euros.
La resolución, que ha dado a conocer el PSPV y a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, recoge las conclusiones del informe de tasación, que cifra en unos 87.500 euros el valor actual de la embarcación debido a su situación de deterioro consecuencia de más de una década de abandono. El documento señala que el ‘Alinghi 5’ “presenta obsolescencia tecnológica total y carece de valor funcional o competitivo”. El catamarán presenta, según esta valoración, “daños generalizados en cascos, aparejos, mástil, estructuras de unión y componentes esenciales para la navegación o exhibición pública”. En una situación similar se encuentra también su embarcación auxiliar, el ‘BoatOne’. En total, el coste de repararlo ascendería a más de 582.000 euros.
Según esta resolución, una vez concluya el proceso administrativo por el que el Alinghi deje de ser considerado un bien de dominio público, será la concesionaria de la Marina Sur (Marina Port València SL) la encargada de asumir el coste de su desguace, retirada y la gestión de los residuos del que pretendía ser un símbolo de recuerdo de la celebración de esta regata de vela en València.
Regalo de Bertarelli a València
Cabe recordar que en el año 2012, el multimillonario Ernesto Bertarelli, patrón del equipo suizo, decidió regalar la embarcación con la que Alinghi había competido en la 33ª edición de la America’s Cup como "prueba del afecto" que Bertarelli sentía por València y también por las complicaciones logísticas que suponía retornar la embarcación a Suiza. El objeto de la donación era que el catamarán pudiera ser expuesto al público como recuerdo de la competición. "Nos ha regalado el catamarán a la ciudad para que podamos exponerlo", celebraba la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Aunque se estuvieron barajando diversos usos, como ubicarlo a modo decorativo en la rotonda del muelle de cruceristas, la realidad es que hasta el momento, la embarcación ha estado varada sin que nadie pueda tener acceso y con el consiguiente deterioro. Ahora, finalmente se confirma el adiós a uno de los vestigios de la Copa América.

- Antigua base del equipo Alinghi en La Marina -
- Foto: EP
Tras conocerse esta resolución, el concejal del PSPV, Borja Santamaría, ha considerado que esta decisión reafirma “la nula gestión de Catalá en materia deportiva” y ha señalado que una de las salidas para esta embarcación “podría haber sido la de un pecio para buceo y creación de zonas de repoblación marina”. Santamaría defiende que “en lugar de volver a modelos fracasados y obsoletos, los socialistas exigimos que el Ayuntamiento trabaje junto a federaciones y clubes para atraer eventos reales, sostenibles y de calidad, que posicionen València como referente deportivo y no, otra vez, como símbolo del despilfarro”.
En similares términos se ha manifestado el edil de Compromís, Pere Fuset, que sostiene que, “el destino final del catamarán Alinghi es una buena metáfora de como la gestión del PP además de corrupción y deuda deja como herencia la chatarra”. Fuset añade que supone “un aviso para navegantes de lo que el PP puede continuar generando los próximos años con la turistificación descontrolada y su postureo vacío sino cambiamos tan pronto como sea posible el rumbo político de nuestra ciudad. El Alinghi desaparecerá en breve, pero el agujero en la economía que la política ruinosa del PP ha generado para valencianos y valencianas todavía perdurará tristemente durante muchos años”.