VALÈNCIA. Las Fallas de 2025 serán recordadas principalmente por dos cuestiones, en primer lugar por haber supuesto una especie de catársis colectiva tras la catástrofe de la Dana del 29 de octubre y en segundo lugar por ser unas de las más frías y lluviosas de la historia. Aunque el mal tiempo ha condicionado algunos actos, la gran afluencia de visitantes ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre el futuro de las fiestas josefinas.

En su primer balance un día después de la Cremà, el concejal de Bomberos y portavoz del Ayuntamiento de València, Juan Carlos Caballero, calificó estas Fallas como "unas buenas fallas" que han sido "más seguras" y en las que según Caballero, "la ciudad ha estado más limpia”.

A pesar del importante esfuerzo presupuestario que el Ayuntamiento de València realiza durante las Fallas, con dispositivos especiales de limpieza y refuerzos en el servicio de transporte público, por el momento no contempla la implantación de una tasa turística. Caballero defendió que el turismo es “un sector económico a proteger” y que “la ciudad ha sufrido mucho durante esta riada. Aquí han dejado de venir turistas y ya dijimos que para nosotros era importante recuperar el músculo económico del turismo para que ayudase a la recuperación”, señaló.

No se contempla la tasa turística

En esta línea, justificó que la actividad que generan las Fallas se traduce en beneficios directos para hoteles, bares y comercios, e insistió en que “todos colaboran también siendo parte de ese impacto económico de cerca de 900 millones”. Por ello, afirmó que, “no habiendo un marco jurídico, regulatorio" para la tasa turística tras la derogación de la Generalitat "no parece lógico plantearlo”. El portavoz municipal señaló que el Ayuntamiento apuesta por "un turismo sostenible" que "respete" las Fallas. 

Pese a que las Fallas han discurrido “con normalidad” y “sin grandes incidentes”, el sábado 15 de marzo, coincidiendo con prácticamente el único día soleado de las fiestas, se produjeron grandes aglomeraciones en las calles aledañas a la plaza del Ayuntamiento al finalizar la mascletà, lo que provocó que la gente quedase bloqueada en las inmediaciones de la Estación del Norte. La Cruz Roja tuvo que atender a unas 80 personas por lipotimia y a 13 por crisis de ansiedad. Sobre este suceso, tanto el presidente de Junta Central Fallera y concejal de Fiestas, Santiago Ballester como el edil de Seguridad Ciudadana, Jesús Carbonell, apuntaron a “varios factores que coincidieron”.

El Ayuntamiento señala a Adif y a la plaza de toros

Carbonell afirmó que Adif no desvió a los viajeros para que saliesen de la estación por la calle Bailén en esa franja horaria en lugar de por la salida habitual, algo que el Ayuntamiento les había solicitado el 25 de febrero. Además, mencionó que la salida del espectáculo taurino programado para ese sábado se realizó "exclusivamente" por una puerta, por lo que han solicitado que en futuras ocasiones se habiliten “todas” y se adelante el horario de estos espectáculos taurinos.

Más allá de estas recomendaciones a la plaza de toros y a Adif, los ediles no avanzaron cambios de protocolos u otras medidas municipales para evitar futuros episodios de aglomeraciones en la mascletà. Caballero sí afirmó que el consistorio no se plantea cambiar la ubicación de la mascletà a un recinto con mayor aforo. “La catedral de la pólvora seguirá siendo la catedral de la pólvora”, sostuvo Caballero.

Desde el Ayuntamiento sí han reconocido un “margen de mejora” de cara al año que viene y a falta de un análisis más sosegado han apuntado varias cuestiones concretas. El concejal delegado de Limpieza y Recogida de Residuos, Carlos Mundina, afirmó que “es difícil llegar a todo en limpieza” y admitió que “el domingo detectamos que en algunos puntos de la ciudad había muchos residuos”. El edil señaló que de cara al año que viene plantearán un incremento de baños portátiles, de papeleras y más equipos de limpieza con líquido desodorizante, entre otras mejoras.

"Repensar" los límites de la pirotecnia

Otro de los aspectos que señaló, en este caso el edil de Seguridad Ciudadana es la necesidad de “repensar los límites de la pirotecnia legal” que ha señalado que "a lo mejor son demasiado elevados”. No obstante, se trata de una medida que como el propio edil ha reconocido “excede la competencia municipal”. En este sentido reconoció estar también “muy preocupados” por el turismo pirotécnico y explicó que ha habido varias detenciones de personas del centro de Europa relacionadas con la tenencia de artefactos pirotécnicos ilegales.

Respecto al calendario de montaje de las carpas, que este año ha suscitado debate por su instalación a partir del 4 de marzo, Ballester adelantó que el año que viene el montaje “probablemente se realice más tarde”, pero que siempre actuarán “desde el consenso”. "En cada acto vamos tomando nota de en qué podemos mejorar o en qué nos hemos equivocado para aplicar medidas correctivas de cara al año siguiente", aseguró Ballester.