VALÈNCIA. El estudio sobre el turismo de cruceros en València, encargado por la comisión mixta entre el Puerto, la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento y que está llamado a servir como guía para la toma de decisiones sobre la posible limitación de atraques y el diseño de un modelo más sostenible, tropieza con los plazos.
La Fundación Visit València —dependiente del Ayuntamiento— ha decidido asumir directamente su elaboración tras rescindir de mutuo acuerdo el contrato con la consultora adjudicataria, Grant Thornton Advisory por los retrasos en la entrega del trabajo.
El proyecto fue adjudicado en enero de 2025 por 50.667,48 euros, con un plazo inicial de ejecución de seis meses. El encargo contemplaba un análisis del estado actual del sector, un estudio de la demanda de cruceristas que visitan la ciudad y una evaluación del impacto económico, social y medioambiental del turismo de cruceros, además de una propuesta de recomendaciones para avanzar hacia un modelo más sostenible. Cabe recordar que la propia alcaldesa, Maria José Catalá, ha señalado en varias ocasiones que la intención del consistorio era regular el turismo de cruceros para limitar sus externalidades negativas. No obstante, para abordar esta regulación, el gobierno local siempre ha esgrimido la necesidad de “tomar decisiones basadas en datos”, motivo por el cual se encargó la realización de este estudio.
Durante la ejecución del informe, la empresa adjudicataria alegó la complejidad técnica del informe para justificar el incumplimiento de los plazos y solicitó una prórroga, que la Fundación concedió hasta el 30 de septiembre de 2025. Sin embargo, al acercarse el plazo, la consultora pidió una segunda ampliación, argumentando causas sobrevenidas y asegurando que no podría completar el trabajo antes de final de año.
Ante esta situación, y tras un informe técnico interno que constataba el incumplimiento de las obligaciones contractuales, Visit València decidió no conceder una nueva prórroga y acordó la rescisión del contrato, formalizada el 26 de septiembre. La resolución fue de mutuo acuerdo y sin coste económico para las partes, según informó el consistorio en un comunicado.
Tras la ruptura, la Fundación ha optado por continuar el proyecto con recursos propios, aprovechando el material recopilado por la consultora y en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la Cámara de Comercio y la Autoridad Portuaria de València. En esta fase, se están llevando a cabo nuevas encuestas complementarias para completar la información. El objetivo, según aseguran desde la fundación, es completar el estudio antes de que finalice el año.
Cabe recordar que este informe, según explicó la concejal de Turismo, Paula Llobet, debe servir como herramienta estratégica para “tomar decisiones fundamentadas sobre la gestión del turismo de cruceros y su posible limitación”, con el propósito de equilibrar la actividad económica del sector con la sostenibilidad y la calidad de vida en la ciudad. Ahora, queda en manos de la propia Fundación, elaborar el informe sobre el que posteriormente deberá basar su estrategia.