VALÈNCIA. El nuevo contrato del servicio de ayuda a domicilio de València continúa sin formalizarse, lo que está retrasando la aplicación de las mejoras salariales para las casi 500 trabajadoras del sector. Tras numerosos contratiempos en la licitación, a finales de abril la mesa de contratación propuso adjudicar el millonario contrato a la empresa Ogara -compañía del grupo Macrosad y que actualmente gestiona el servicio a través de La Terreta- al ser la única oferta.

Sin embargo, el contrato todavía no se ha firmado y según ha comunicado la empresa a la plantilla, no se prevé que la formalización se produzca antes del 1 de septiembre. Desde el consistorio, por su parte, sostienen que el proceso está dentro de los plazos habituales y que el retraso en la firma se debe a cuestiones burocráticas, asegurando que todo sigue su curso normal.

No obstante, las trabajadoras denuncian que desde noviembre de 2024, cuando venció el contrato anterior, no han podido beneficiarse de las mejoras salariales aprobadas en el nuevo convenio, que implican un aumento aproximado de 220 euros brutos mensuales.

Cabe recordar que en noviembre de 2024, el Ayuntamiento decidió no prorrogar el contrato anterior, que estaba dividido en cuatro lotes y gestionado por dos empresas: Atende y La Terreta. Esta decisión respondía -según justificó la concejal del área, Marta Torrado- al objetivo de lanzar una nueva licitación en un único lote para mejorar la coordinación del servicio y aplicar el nuevo convenio colectivo. Tras esa decisión, Atende, que gestionaba uno de los lotes, presentó un ERTE y el Ayuntamiento decidió que La Terreta asumiera de manera provisional los cuatro lotes, continuando con la prestación del servicio aunque en las condiciones económicas del contrato vencido. Desde el comité de empresa reprochan que si el nuevo contrato no se suscribe hasta septiembre supondrá para cada trabajadora una pérdida acumulada de cerca de 2.200 euros.

Concentración de la plantilla el 3 de julio

Ante esta situación, las trabajadoras han convocado una concentración para el próximo 3 de julio, con el fin de denunciar el retraso y exigir la actualización salarial. Las empleadas del SAD no descartan iniciar movilizaciones más contundentes, incluida una posible huelga, si la situación persiste. El pasado mes de enero, las trabajadoras ya se concentraron a las puertas del Ayuntamiento para urgir a la aplicación de las tablas salariales actualizadas que fija el nuevo convenio.

Este nuevo contrato de ayuda a domicilio no ha estado exento de contratiempos. En enero de 2025, la patronal Aerte presentó un recurso impugnando el proceso de adjudicación, señalando errores en los pliegos, lo que llevó a la suspensión cautelar del concurso. Posteriormente, el Ayuntamiento corrigió los pliegos, aumentando el precio por hora de 20,02 a 22,50 euros (IVA excluido) e incorporando gastos de desplazamiento entre domicilios, manteniendo sin embargo el presupuesto global cercano a los 50 millones de euros.

Tras esta corrección, el concurso se reactivó con nuevos plazos para la presentación de ofertas, pero la licitación se vio marcada por la retirada de una de las dos empresas licitadoras, dejando solo a Ogara (Macrosad) como candidata para hacerse con el contrato. Estas complicaciones han alargado la provisionalidad del servicio y la incertidumbre para las trabajadoras, que llevan meses sin ver aplicadas las mejoras salariales acordadas, mientras continúan atendiendo a los usuarios del servicio en condiciones contractuales obsoletas.