VALÈNCIA. El Centro Cívico del Cabanyal continúa cerrado al público tras una larga sucesión de retrasos, modificaciones de contrato y ampliaciones de plazo. Aunque el edificio está terminado desde febrero -según el acta de recepción- el Ayuntamiento de València reconoce que falta urbanizar la parcela donde se encuentra el acceso principal, una actuación que el actual gobierno justifica que no se incluyó en el proyecto original de obras impulsado por el anterior ejecutivo.
En una respuesta parlamentaria, la concejala de Participación, Julia Climent, ha señalado que “las obras del Centro Cívico de El Cabanyal-Canyamelar están ya finalizadas, salvo la urbanización de la parcela a la que recae el acceso principal del edificio”, y que se han adoptado medidas para su apertura “en próximas fechas”, aunque sin detallar cuándo se prevé la apertura de esta dotación.
Precisamente el pasado viernes, la Junta de Gobierno Local aprobó el reconocimiento y pago de la certificación de obra nº 34, por 385.915,86 euros, correspondiente a los últimos trabajos ejecutados en febrero de este año por la empresa Proyecon Galicia. Con este trámite económico se cierra el expediente de construcción, financiado con fondos europeos EDUSI, aunque el centro sigue sin fecha de apertura.
Una obra interminable
El centro se levanta en la calle San Pedro, en el corazón de lo que fue la conocida como zona cero del Cabanyal, uno de los espacios más degradados del barrio. Su historia resume los vaivenes administrativos de un proyecto que, a ojos de muchos vecinos, parece la obra de nunca acabar.
El proyecto básico se adjudicó en octubre de 2018, a partir de un concurso público de ideas. Las obras se licitaron en mayo de 2020, con un presupuesto de 2,2 millones de euros y un plazo de ejecución de diez meses, pero el proyecto sufrió su primer parón ya en fase de cimentación. En octubre de 2021, el Ayuntamiento tuvo que volver a licitar la obra por los incumplimientos del primer adjudicatario.
El contrato se adjudicó de nuevo en marzo de 2022 a Proyecon Galicia S.A. por 2,14 millones, con la previsión de finalizar en diez meses. Sin embargo, las obras se paralizaron otra vez y no se reanudaron hasta julio de 2023. Durante su ejecución, el Ayuntamiento aprobó cuatro ampliaciones de plazo —en marzo, noviembre y diciembre de 2023 y en julio de 2024— y la empresa llegó a solicitar una quinta prórroga hasta el 30 de septiembre de 2024, alegando que el proyecto modificado aún no había sido aprobado. La recepción provisional del edificio no se produjo hasta el 19 de febrero de 2025.
Mientras se tramita la urbanización exterior, el edificio permanece cerrado, sin fecha para su apertura. Vecinos y entidades del barrio han denunciado en los últimos años los continuos incumplimientos y retrasos en las obras, y reclaman que el equipamiento se ponga en funcionamiento cuanto antes. De hecho, en las últimas semanas, personas sin hogar han comenzado a utilizar los accesos del centro —aún vallado— para dormir o resguardarse.
El centro, llamado a convertirse en un espacio de participación ciudadana y dinamización social en el Cabanyal-Canyamelar, acumula así más de cuatro años de retraso respecto al calendario inicial. Una trayectoria que ha hecho de él, a ojos del vecindario, el ejemplo más visible de una obra que nunca termina.