VALÈNCIA. La plaza de toros de València luce desde este jueves una pancarta de grandes dimensiones que con letra negra sobre fondo blanco reza: "Que vinga, que vinga, que vinga la llum, i...". La lona, firmada con el logo de la Diputación de València, no está pasando desapercibida y no tanto por el texto que se puede leer, sino por el que, sin estar escrito, le viene a la mente a cualquiera que conozca una de las canciones más populares del grupo Al Tall. No en vano, la letra de la canción —en su versión más políticamente correcta— prosigue diciendo "i al senyor alcalde que li peguen en lo cul".
No han sido pocos los transeúntes que, al ver el cartel, han interpretado esta polémica campaña de la Diputación como un dardo encubierto de su presidente, Vicent Mompó, a la alcaldesa de València, María José Catalá.
Este aparente "guiño" se produce, además, en un contexto de cierto mar de fondo orgánico en el PPCV. Y es que la reunión entre los tres presidentes de las diputaciones provinciales de la Comunitat Valenciana, junto con Juanfran Pérez Llorca, para abordar la sucesión de Carlos Mazón y lanzar al propio Mompó como candidato del PPCV ante Génova, se gestó al margen de Catalá, que se encontraba en esos momentos volando rumbo a Nueva York. Un movimiento que no sentó demasiado bien en el entorno de la alcaldesa, que sigue siendo la candidata favorita de la dirección nacional para las autonómicas de 2027.
En realidad, la campaña responde a la renovación integral de la iluminación de la plaza de toros y en los próximos días se desvelará el mensaje completo que, según afirman desde la Diputación, nada tiene que ver con la letra que cantan los Al Tall, que curiosamente en otra estrofa añade: "la llum no ha vingut i crec que mai vindrà: els xavos que hi havien pa fer l'allumenament; se'ls ha gastat l'alcalde en dones i demés".
Aunque desde la corporación provincial quitan hierro al asunto, conscientes del revuelo que preveían que ocasionaría este primer mensaje en la lona de la plaza de toros, desde el equipo del presidente de la Diputación pusieron en preaviso a Catalá.
Sin duda, tras el episodio del pulso velado entre ambos dirigentes populares por la sucesión de Mazón, nada como tirar de humor para destensar, o al menos eso parece que piensan en el gabinete de Mompó, que además mostraban en privado su satisfacción por la difusión que estaba alcanzando su campaña en la tarde de este jueves.