VALÈNCIA. Más de año y medio ha pasado desde que el gobierno municipal de València decidiera dejar en pausa la redacción del proyecto ganador del concurso para la futura Plaza del Ayuntamiento. Tras hacerse con la vara de mando, la nueva alcaldesa, María José Catalá, echó el freno a la adjudicación del contrato para la redacción del proyecto al equipo vencedor, encabezado por el arquitecto Miguel del Rey. El propósito, aclaró la primera edil, era "repensar" la iniciativa. Ahora, el objetivo, según ha revelado la alcaldesa, es llevarla a cabo por fases y, como el tiempo apremia este mandato -apenas queda la mitad-, conseguir así que haya algunos resultados visibles para 2027, año electoral.

La concejalía de Urbanismo, dirigida por Juan Giner, ha estado trabajando de la mano del equipo redactor y, aunque en su momento se llegó a especular con un posible desistimiento de la adjudicación del contrato por parte del consistorio por "razones de interés público" -todavía no se ha formalizado-, finalmente todo indica que seguirá adelante. No en vano, el propio Giner ordenó el pasado mes de marzo "reanudar las actuaciones oportunas para continuar la tramitación del contrato".

Desde la paralización cautelar del proyecto, y tras muchos meses sin noticias sobre su futuro, Catalá explicó, ya a finales del año pasado, que el ejecutivo municipal busca que sea "más ligera y menos costosa" para las arcas municipales. Todo ello con el pretexto de la Dana del pasado 29 de octubre, que según dijo ha "cambiado un poquito la hoja de ruta y las prioridades", y tras detectar Urbanismo que lejos de los 8,4 millones que había previsto el anteproyecto para la ejecución de la plaza, su coste real iba a resultar más del doble y alcanzar los 18 millones de euros.

Así pues, con estos mimbres, ahora la idea es llevar a cabo el proyecto en diferentes etapas. "Hemos hablado con el equipo ganador para intentar hacer un proyecto por fases", explicó recientemente la alcaldesa en una entrevista en El Español, donde igualmente reconocía la necesidad de "uniformidad" en el diseño y "tener un criterio estético" único. "Creo que al final nos hemos alineado bastante con ellos y pronto presentaremos un plan que irá por fases y cuyo objetivo es embellecer lo que es, al final, la carta de presentación de la ciudad", explicó la alcaldesa.

En su respuesta, la primera edil reconocía que el proyecto de la Plaza del Ayuntamiento, iniciado desde el pasado mandato con el ejecutivo de Joan Ribó -elaboró el concurso y lo dejó listo para su adjudicación-, "siempre fue un proyecto para hacer por plazos", dado que "la plaza tiene unos usos y cualquier intervención tiene que respetarlos". Como por ejemplo, en las fiestas grandes de la ciudad, las Fallas.

Con todo, lo cierto es que esta ejecución por etapas permitiría que la intervención se dejara ver con claridad en 2027. Catalá fue clara y aseguró que espera que "la gente vea un cambio importante en 2027". De esta manera, el gobierno local llegaría a las elecciones municipales de mayo de ese año con un resultado tangible que 'vender' a la ciudadanía, consciente ahora de que el calendario comienza a jugar en su contra: está llegando el ecuador del mandato y siguen pendientes grandes reformas. Una de ellas, esta.