VALÈNCIA (EP). El PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de València ha instado este martes a la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, a paralizar "de manera inmediata" las votaciones de los Presupuestos Participativos. Así lo ha indicado la edil de esta formación Elisa Valía, que ha anunciado que llevará este proceso ante el Síndic de Greuges "tras advertir incumplimientos de las bases, así como la aplicación de criterios arbitrarios para tumbar propuestas ciudadanas".

La representante del grupo socialista ha señalado que el ejecutivo local, de PP y Vox, ha "descartado de manera arbitraria las propuestas realizadas por los vecinos y vecinas" y ha apuntado que se incumple de manera "flagrante" las bases aprobadas por este mismo ayuntamiento.

La también concejala del PSPV-PSOE María Pérez, que ha comparecido junto a Valía en una rueda de prensa para hablar de esta cuestión, ha manifestado que la primera edil "ha teledirigido" el proceso "para boicotear peatonalizaciones que pedían los vecinos mientras se autorizaban solo los proyectos avalados por el PP".

Las representantes del grupo socialista han indicado que el proceso activado por el ejecutivo municipal "limita completamente la participación ciudadana al bloquear sin motivos justificados las propuestas elaboradas por los propios vecinos y solo dar viabilidad a los proyectos elegidos por el PP y Vox".

"Lo que están haciendo, básicamente, es dejar morir proyectos anteriores aprobados, como pueden ser el Bulevar Cultural en Guillem de Castro o la peatonalización de las Torres de Serranos, con excusas injustificadas mientras tratan de controlar el proceso para imponer su criterio, vulnerando así la voluntad de los vecinos", han manifestado, al tiempo que han precisado que estos "mayoritariamente se han decantado por peatonalizaciones, obras de mejora o, incluso, carriles bici en sus barrios".

Valía y Pérez han añadido que estas propuestas se descartan "con arbitrariedad manifiesta". "Por eso, vamos a denunciar el proceso ante el Síndic de Greuges, porque se están limitando de una forma muy clara los derechos de participación en asuntos públicos de la ciudadanía", ha señalado Elisa Valía, que ha resaltado que esa participación "era el objetivo de los Presupuestos Participativos".

La edil socialista ha indicado que, "paralelamente, se va a pedir al gobierno municipal que paralice las votaciones, que saque de las propuestas que se pueden votar aquellas que ya fueron aprobadas en ediciones anteriores y que revise todas las que ha descartado solo porque no le gustan". "La gente las quiere aunque no les guste", ha subrayado.

Valía ha añadido que se han aceptado algunas propuestas que no son inversiones sino servicios, "como una de control de plagas a pesar de que las bases del proceso rechazan esta posibilidad", además de aceptar o rechazar proyectos "de manera absolutamente arbitraria". "En unos casos dicen que la obra supera el máximo de presupuesto, como alguna peatonalización, y proceden a descartarla, pero en otros deciden que no es viable la obra, pero la transforman en un estudio o proyecto", ha dicho.

La concejala ha asegurado que "solo se hacen estas excepciones en los proyectos que le interesan al gobierno" y ha aseverado que esto "demuestra la arbitrariedad de estas decisiones". "Por eso, hemos decidido que el Síndic de Greuges investigue", ha insistido, además de remarcar que se exige la paralización mientras del proceso de votación "para que se corrijan todas estas deficiencias".

María Pérez ha comentado que la mayoría de obras que ha descartado el gobierno de Catalá "con justificaciones arbitrarias" hacen referencia a carriles bici o peatonalizaciones que reclaman los vecinos y que este ejecutivo local "no ve con buenos ojos".

"Al final, ha generado una serie de excusas para tener un relato con el que se pueda declarar inviables propuestas que en la práctica no lo son. Y esto es un problema porque en realidad la gente no está votando todas las propuestas que podrían votar, sino las que el gobierno de Catalá ha decidido que quiere que se voten", ha remarcado.

"Boicotea"

"Y esto coarta y boicotea de manera importante la participación ciudadana", ha subrayado Pérez, que ha considerado que estos son unos Presupuestos Participativos "teledirigidos con una intención clara de limitar la voluntad ciudadana".

La concejala ha añadido que esa voluntad, "en el caso del urbanismo, del modelo de ciudad y de la movilidad, estaba muy definida en las propuestas que habían hecho los vecinos", al tiempo que ha lamentado que no se vean "para nada reflejadas en las votaciones definitivas".

Equipo de gobierno: "Cifras récord"

Por su parte, desde el equipo de gobierno local, la concejala de Participación, Acción Vecinal y Pedanías, Julia Climent, ha reprochado que las declaraciones del PSPV "obedecen al malestar que les generan las cifras récord de participación ciudadana alcanzadas en este proceso", frente a las anteriores ediciones que "no tuvieron la misma acogida por la ciudadanía".

En un comunicado, la edil ha sostenido que "un solo dato basta para desmontar los argumentos de la izquierda: 458 propuestas ciudadanas han pasado a la fase de votación, frente a las 321 que lo hicieron en la última edición del DecidimVLC, convocada por el anterior gobierno municipal".

Al respecto, ha defendido que las 458 propuestas han pasado a la fase de votación "porque los técnicos municipales, tras un minucioso análisis técnico, han determinado que son técnicamente viables, no por un capricho de nadie". "Hablar de discrecionalidad en la elección de las propuestas es, simple y sencillamente, cuestionar el trabajo de estudio técnico llevado a cabo por los diferentes Servicio Municipales, algo que no podemos admitir", ha aseverado.

"Las cifras de participación alcanzadas desde el inicio son el mejor aval de este proceso, de su transparencia y difusión entre la ciudadanía. Unas cifras que son resultado del esfuerzo realizado en campañas de información y asesoramiento directo a la ciudadanía, sobre la forma de presentar propuestas, apoyarlas y votarlas", ha insistido la concejala de Participación.

"Evitar que no se puedan ejecutar"

En este sentido, ha considerado "fundamental" el conseguir una mayor implicación de la ciudadanía, "igual que lo es poder ejecutar luego los proyectos votados por los vecinos y vecinas", por lo que pedían "la mínima concreción en las propuestas" en las bases, "como premisa para que los técnicos municipales pudieran declararlas viables". "Lo que se pretende evitar es que los proyectos aprobados no se puedan ejecutar después por impedimentos técnicos. Eso es frustrar las expectativas ciudadanas", ha espetado.

Asimismo, Climent ha sostenido que en junio de 2023 encontraron "259 propuestas sin ejecutar desde la edición 2017/2018, pese a haber sido votadas y aprobadas por la ciudadanía". "De ahí la conveniencia de que las propuestas que salen a votación hayan sido objeto de un análisis técnico completo, incardinándolas en el orden de prioridades técnicas de los servicios competentes y valorando las repercusiones que pueden tener en el conjunto de los barrios, a fin de poder ejecutarlas posteriormente", ha insistido.

Respecto a la novedad del voto en contra introducida en la presente edición, Climent ha afirmado que "su única finalidad es dar también a la ciudadanía la opción de poder expresar su desacuerdo respecto de las propuestas que salen a votación, lo que sin duda supone dar un paso más en la democracia participativa".