València

València matiza la moratoria y abre la puerta a pisos turísticos en bajos comerciales

Un nuevo criterio interpretativo deja fuera de la moratoria a los bajos obligados a uso terciario en edificios de uso residencial mixto

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VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València retira el veto a los pisos turísticos en bajos comerciales. El consistorio ha aclarado el alcance de la moratoria de licencias para nuevos usos terciarios hoteleros y ha determinado que los bajos comerciales de edificios residenciales mixtos podrán destinarse a pisos turísticos cuando ese uso esté expresamente previsto como obligatorio por el planeamiento. La interpretación ha sido aprobada por la Comisión Municipal de Unificación de Criterios Técnicos y ratificada por la Junta de Gobierno Local, que ha avalado así un criterio que, en la práctica, deja fuera del veto a parte de las plantas bajas comerciales.

El dictamen ahora conocido no elimina la suspensión de forma general, pero introduce un matiz relevante. En las parcelas clasificadas como residencial mixto, donde el planeamiento urbanístico obliga a reservar una parte de la edificabilidad —normalmente en planta baja o entresuelos— a uso terciario, el Ayuntamiento considera que esa superficie no puede quedar bloqueada por la moratoria.

En consecuencia, esa edificabilidad terciaria obligatoria queda fuera de la suspensión, lo que permite conceder licencias para usos turísticos en bajos comerciales hasta el límite mínimo exigido por el planeamiento. Una vez agotada esa reserva obligatoria, la moratoria sí vuelve a aplicarse al resto de edificabilidad terciaria que pudiera autorizarse por compatibilidad de usos.

Una moratoria aprobada en 2024 y aún en vigor

La suspensión de licencias fue aprobada por el Pleno municipal el 28 de mayo de 2024 como una medida cautelar para frenar la proliferación de nuevos establecimientos hoteleros y viviendas de uso turístico mientras el Ayuntamiento tramita una regulación definitiva. La moratoria sigue actualmente en vigor y se mantendrá hasta la aprobación de la nueva normativa urbanística que regulará estos usos. El gobierno municipal justificó entonces la medida por la necesidad de ganar tiempo para ordenar un fenómeno que estaba generando un fuerte impacto urbano y social en numerosos barrios de la ciudad.

El acuerdo plenario ya contemplaba algunas excepciones, entre ellas la de los edificios calificados por el planeamiento como de uso terciario exclusivo, que desde el primer momento quedaron fuera de la suspensión con independencia de su ubicación en la ciudad. El nuevo criterio municipal amplía ahora esa excepción.

Un conflicto que tensiona los barrios

Los pisos turísticos se han convertido en uno de los asuntos que mayor tensión social generan en València. En los últimos años, muchos barrios han visto cómo bajos comerciales que tradicionalmente albergaban panaderías, quioscos, ferreterías o pequeños comercios de proximidad han sido sustituidos por apartamentos turísticos, alterando la vida cotidiana, el tejido comercial y el acceso a la vivienda.

Precisamente esta proliferación, especialmente en plantas bajas, fue uno de los detonantes que llevó al Ayuntamiento a aprobar la moratoria de licencias mientras se definía un nuevo marco normativo.

  • Turistas en el centro de València. -

El nuevo criterio interpretativo resulta especialmente llamativo porque el gobierno de María José Catalá ha sido muy crítico en numerosas ocasiones con la permisividad del anterior ejecutivo municipal, formado por Compromís y PSPV, al que ha responsabilizado de haber permitido la implantación de pisos turísticos en bajos comerciales de toda la ciudad. De hecho, el Ayuntamiento sigue defendiendo que la futura regulación de los usos terciarios hoteleros será “la más restrictiva de España”, en palabras reiteradas de la alcaldesa y de miembros de su equipo de gobierno. Cabe recordar que la normativa en tramitación prevé establecer hasta cinco “candados” para la obtención de nuevas licencias de viviendas turísticas.

No obstante, la aclaración abre un nuevo frente en el debate sobre el modelo turístico de la ciudad, al permitir que numerosos bajos comerciales queden, de facto, fuera del veto, en un contexto de creciente preocupación vecinal precisamente por el impacto de los apartamentos turísticos en la vida de los barrios.

La oposición acusa de "falta de voluntad" para limitar los pisos turísticos

Desde la oposición, el PSPV ha cargado contra este cambio de criterio. La concejala socialista María Pérez ha acusado a la alcaldesa de falta de voluntad real para limitar los apartamentos turísticos. "María José Catalá ya no se esconde. Nunca tuvo intención de restringir esta actividad que genera tantos problemas a los vecinos y vecinas de la ciudad y que está contribuyendo a que se disparen los precios de la vivienda. Y queda demostrado con las dos últimas decisiones que han tomado. Primero, dándole las riendas de la estrategia turística de la ciudad a las asociaciones de apartamentos turísticos y ahora permitiendo que los apartamentos turísticos se puedan saltar la moratoria y puedan instalarse en cualquier bajo de cualquier barrio”, ha afirmado.

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