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La conselleria y el Ayuntamiento se emplazan a pactar un nuevo convenio

Vivienda acepta que los propietarios no liquidarán toda la deuda del PAI del Grao

  • Foto: KIKE TABERNER
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VALÈNCIA. Punto y aparte para el PAI del Grao. La Conselleria de Vivienda que dirige Héctor Illueca y la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de València, liderada por Sandra Gómez, se han emplazado para llegar a un acuerdo sobre quién y cómo se pagará la deuda que dejó el circuito de Fórmula 1 en el arco marítimo de la ciudad. Concretamente, ambas instituciones han decidido pactar un nuevo convenio que redefinirá los términos en los que se amortizará el montante de 42 millones de euros que el consistorio todavía debe al gobierno valenciano, aceptando las dos partes que no todo el peso podrá recaer sobre los propietarios de las parcelas

De este modo, se rebajan las tensiones que hace apenas unas semanas protagonizaron ambas instituciones, cuando Vivienda anunció que reclamaría la deuda al consistorio. Una deuda que está pendiente desde el año 2007. Y es que, cabe recordar que el circuito de Fórmula 1 se construyó gracias a un acuerdo entre la Generalitat Valenciana de Francisco Camps y el Ayuntamiento encabezado por Rita Barbará. Dentro de este pacto, la conselleria de Vivienda adelantó los gastos de urbanización para construir el nuevo circuito, bajo la premisa de que luego el consistorio lo devolvería.

Esta devolución se haría, a su vez, con el pago por parte de los propietarios de las parcelas de las cargas urbanísticas. Y es que, en aquel momento, las administraciones valencianas consideraron que el asfalto por el que una vez circularon los bólidos se podría aprovechar para luego proceder a la urbanización de la zona y la construcción de un nuevo barrio de servicios y residencial: el PAI del Grao.

Pero los años han pasado y por el momento no se ha puesto ni un solo ladrillo. Más bien al contrario, la zona está totalmente desierta y ocupada por chabolas. Y, en todo este tiempo, el Ayuntamiento no ha podido hacer frente a la deuda heredada de la anterior etapa del Partido Popular. Primero y principalmente porque los dueños de los terrenos no creen que todas las cargas urbanísticas se les puedan repercutir a ellos, teniendo en cuenta que algunas zonas no son aprovechables ni compatibles para la vida diaria de un barrio.

De este modo, no han ingresado las costas al consistorio, y por tanto este no ha liquidado su deuda con la conselleria. Un problema que Illueca agitó al pedir a la administración local que agilizara los trámites para saldar el acuerdo, lo que le valió un aviso por parte de Gómez: "No se puede entrar como un elefante en una cacharrería", señaló la también vicealcaldesa de València al respecto. 

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