VALÈNCIA (EP). Un equipo del Instituto ITACA de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha evaluado la vulnerabilidad y la ansiedad en pacientes oncológicos de edad avanzada.
Mediante la combinación de datos obtenidos de dispositivos ponibles ('wearable') y cuestionarios validados, la investigación ha permitido desarrollar modelos dinámicos de riesgo basados en inteligencia artificial, ha informado la UPV.
Estos modelos analizan la evolución de factores como la actividad física y la calidad del sueño, proporcionando una visión más precisa y personalizada de la situación de cada paciente.
Entre otros resultados, el estudio constata que patrones de sueño irregulares se asocian a un mayor riesgo de ansiedad y depresión, y una relación directa entre poca actividad física y deterioro funcional, asó como que los pacientes con cáncer de próstata tienen un mayor riesgo de vulnerabilidad respecto a otros tipos.
Proyecto europeo LifeChamps
Este estudio se enmarca en el proyecto europeo LifeChamps, en el que participaron 121 pacientes diagnosticados con cáncer de mama, próstata o melanoma de Grecia, Suecia, España y el Reino Unido.
La investigación ha sido desarrollada por Zoe Valero Ramón, Gema Ibáñez Sánchez, Antonio Martínez Millana y Carlos Fernández Llatas, investigadores del grupo SABIEN-ITACA, y sus resultados han sido publicados en la revista Sensors.
"Las personas de edad avanzada que han superado un cáncer se enfrentan a desafíos adicionales derivados de su edad, como la multimorbilidad, la fragilidad y los impactos psicosociales de la enfermedad, que pueden afectar a su tratamiento, dificultando su capacidad para afrontar el proceso de recuperación", explica Zoe Valero, autora principal del estudio.
"Se utilizaron dispositivos como el Fitbit Charge 4 y la báscula inteligente Withings Body+ para registrar datos objetivos de actividad y sueño. A su vez, los cuestionarios permitieron evaluar la ansiedad y la vulnerabilidad reportada por cada paciente. Este enfoque nos ha permitido demostrar que los factores de riesgo no son estáticos, sino que evolucionan con el tiempo", señala Gema Ibáñez.
Menos ejercicio, más fatiga y deterioro funcional
Uno de los resultados más relevantes del estudio fue la relación entre la actividad física y la vulnerabilidad.
Los pacientes con un estilo de vida sedentario mostraron un mayor riesgo de fragilidad y, en particular, aquellos con menor actividad física a lo largo del estudio presentaron una mayor predisposición a la fatiga y al deterioro funcional, lo que subraya la importancia de fomentar el ejercicio regular en esta población.
Sueño irregular, ansiedad y depresión
Asimismo, se observó que los patrones de sueño irregulares, caracterizados por variaciones en la calidad del descanso, estaban asociados a un mayor riesgo de ansiedad y depresión.
La inestabilidad en los ciclos de sueño afectó negativamente el bienestar emocional de los pacientes, "lo que sugiere que la monitorización del sueño podría desempeñar un papel clave en su atención psicológica", apuntan desde ITACA-UPV.
Metástasis de próstata, más vulnerables
Por otro lado, el estudio reveló que los pacientes con metástasis de próstata presentaban un riesgo significativamente mayor de vulnerabilidad en comparación con los otros tipos de cáncer analizados.
Este hallazgo destaca la necesidad de estrategias de intervención específicas para este subgrupo de pacientes, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y reducir su nivel de fragilidad.
Dispositivos 'wearables' e IA para mejorar la atención sanitaria
Este estudio demuestra el potencial de los dispositivos 'wearables' y la inteligencia artificial (IA) para mejorar la atención sanitaria mediante modelos dinámicos de evaluación de riesgos.
"La metodología basada en minería de procesos nos ha permitido identificar factores de riesgo con mayor precisión y flexibilidad, lo que podría optimizar la toma de decisiones clínicas", destaca Antonio Martínez Millana.
Si bien el tamaño de la muestra y la duración del estudio representan limitaciones, los resultados sientan una base sólida para futuras investigaciones en monitorización remota de la salud y en particular, subraya el potencial de los dispositivos portátiles para analizar la relación entre actividad, sueño y vulnerabilidad en pacientes oncológicos.
"La metodología utilizada es adaptable y replicable en distintos contextos. Su aplicación en otras enfermedades crónicas, como la diabetes o las cardiopatías, podría facilitar intervenciones personalizadas y mejorar los resultados clínicos", concluye Carlos Fernández Llatas.