Desde que se creara la empresa para hacer de intermediación entre el dueño de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, y las instituciones, empresas públicas o privadas, el plan estaba totalmente trazado después de conocer gran parte de los hilos que penden de todo lo que era negocio.
Valmor supo muy pronto que no podía tener licencia de la Federación de Automovilismo, dado que no era un club o entidad con los requisitos que se exigen, pero no le importó, ya que todos esos menesteres, y más si los iba a transferir por mandato imperativo a la sociedad pública Circuit del Motor.
Jorge Martínez Aspar no sólo enamoró al ex presidente Francisco Camps, sino que era el dueño y señor del cortijo de Cheste bajo la dirección de su amigo, Julio García. A partir de ahí, el reparto de cargas y responsabilidades irían dirigidas a entidad ofíciales o empresas públicas con tan solo hacer una llamada. Una empleada desde la época de Edurado Zaplana con mando en plaza, Natalia Meneu, sería pieza imprescindible para que todo esto se canalizará por los distintos conductos.
En una pequeña oficina al lado del puerto aterriza su hombre de confianza, Facundo García de la Cuadra, que fuera primer director del Circuit y que con tan solo seis empleados se afana en coordinar todo el gran negocio que les iba a producir su benévolo contrato como intermediarios.
Mucho se ha contado sobre la cantidad de frentes que hay abiertos por posibles comisiones o irregularidades, pero lo que está claro es la colaboración, al parecer "sin ánimo de lucro", de la sociedad Circuit del Motor, que pagamos todos los valencianos con los impuestos, y que realizó trabajos por valor de 14,6 millones de euros que nunca cobró.
En el año 2008 se recaudaron 27 millones por la venta de entradas que fueron a las arcas de Valmor Sports. Sus directivos se llenaban la boca diciendo que "en tan solo 10 días se habían vendido 112.771 entradas", y posteriormente se ha comprobado que las ventas totales de ese año fueron 78.615 tickets. Eso sí, se montaron 120.000 gradas. Pero, al parecer, en el 2009 no habían aprendido la lección, y tan solo vendieron 24.439 entradas con una recaudación de 6,8 millones también para la caja de Valmor. Lo más sorprendente es que se montaron, según consta en autos, 65.000 gradas. ¿Quién da más? La historia por desgracia llegó hasta 2012.
Pues bien, a pesar de que el prestigioso despacho de abogados Garrigues alertó de todos los desmanes, la empresa pública Circuit del Motor compró Valmor por un euro asumiendo, algo incomprensible entre juristas, la extinción de responsabilidad civil a sus administradores por sus incumplimientos y obligaciones legales, y cubriendo todos los compromisos que de forma tácita o verbal había adquirido Jorge Martínez Aspar.
Ahora, el juzgado ha declarado secreto varias líneas de investigación para poder depurar responsabilidades.