VALENCIA. Chocolates Valor ya llega hasta Andorra con sus chocolaterías. La compañía alicantina, que cuenta con 33 chocolaterías repartidas por toda España entre propias y franquiciadas, ha abierto recientemente dos de estos establecimientos en sendas estaciones de esquí del principado, según desveló su consejero delegado, Pedro López, en una conferencia en la Universidad Europea de Valencia para exponer la historia de la compañía y su modelo de franquicias.
López citó la apertura de esas chocolaterías a pie de pista, una de ellas en Grandvalira, como un ejemplo de la "diferenciación" que la firma siempre ha buscado en sus productos. El directivo destacó la importancia que su compañía otorga al canal retail a pesar de que las franquicias suponen un reducido porcentaje de su volumen de negocio, ya que su actividad se centra en la producción de tabletas de chocolate, bombones y snacks.
El consejero delegado de Valor destacó que la firma, que acumula tres décadas de experiencia como franquiciador, siempre ha arriesgado con esta apuesta. "Hemos sido pioneros en el sistema de franquicias poniendo en juego la marca consolidada”, subrayó. De sus 33 chocolaterías, 26 son en régimen de franquicia. También destacó la rentabilidad del negocio para los franquiciados y el ratio de supervivencia de dos tercios, superior al de la media de las cadenas de franquiciados.
Las claves para el éxito de sus establecimientos son la ubicación, siempre en lugares emblemáticos, y la elección de los franquiciados. “Acertar con el franquiciado y con el local es vital. Exigimos al franquiciado que esté al frente del local", concretó López, quien también detalló que es "más fácil triunfar en grandes capitales, ciudades donde haga frío y de costa”.
Al margen de la estrategia con los establecimientos propios, Pedro López expuso cómo la diferenciación de su marca ha sido el eje de la estrategia empresarial desde el lanzamiento en la década de los sesenta del concepto "puro" en sus tabletas de medio kilo, hito que marcó la evolución de un proyecto artesanal a otro industrial. El directivo aseguró que la firma dedica una parte muy importante de su inversión a publicidad y relaciones públicas.
La firma con sede en Vila Joiosa cerró el pasado ejercicio con una facturación superior a los 101 millones de euros, un 9,3% más, y unas ventas de 18 millones de kilos en sus diferentes formatos. El avance se explica por su fortaleza en el segmento de las tabletas, su core business, en el que crece por encima del resto de fabricantes y de las marcas de distribuidor. Pese al avance en ventas, los resultados se redujeron respecto al ejercicio anterior por el incremento del coste de las materias primas.
En la actualidad la compañía emplea de manera directa a 340 personas -sin contar a los franquiciados- y posee una cuota de mercado del 17% en toda España, un porcentaje que es superior en el caso de la Comunitat.