Desde EEUU llega un nuevo player a la ‘City’ valenciana con inversiones financieras aprovechando la oportunidad de la recuperación de ladrillo
VALÈNCIA.- Eduard Navarro (Valencia, 1979) se mudó a los diez años de su ciudad natal a Estados Unidos pero sigue considerándose «muy valenciano». Siempre ha estado en contacto con València. Cursó sus primeros estudios en la Georgia Tech en Atlanta y en L’Ecole d’Architecture de la Villete en París. Posteriormente en Columbia University (New York), con el reconocido arquitecto francoamericano Bernard Tschumi como decano, combinando urbanismo y finanzas para licenciarse en ambas disciplinas. «En España me considero más financiero y en EEUU más urbanista», reconoce a Plaza en su oficina valenciana.
Navarro fundó una promotora en Atlanta y Nueva York dedicada a grandes terrenos, con la que obtuvo notables recalificaciones por sus proyectos sostenibles, urbanos y de gran rentabilidad económica y social. Todo ello siguiendo la filosofía de relative value investment basada, «en los fundamentales del negocio, porque si conoces a fondo el negocio de una empresa puedes llevar a cabo una valoración más real».
A finales de 2013, y tras una estudiada planificación de quince años, fundó en Valencia Net de Gerrers (NdG) ante las innumerables oportunidades que atisbaba en el sector de los bienes inmuebles. «Somos una gestora de capitales de perfil norteamericano, que en España tienen menos desarrollo a raíz de la crisis y que con la entrada del euro empezaron a mover los capitales hacia inversiones alternativas». Este nuevo player de la ‘City’ valenciana se basa más «en el componente financiero de empresas con recorrido notable a nivel nacional e internacional donde las acompañamos en su desarrollo».
En los dos primeros años de funcionamiento, NdG ha analizado aproximadamente 700 activos y cuenta con más de 50 millones de euros en fondos propios y con un porfolio valorado en unos 165 millones. Este inversor de largo plazo en valor relativo reconoce que «Valencia está recuperando el ritmo inmobiliario siguiendo los pasos de Madrid y Barcelona. Vamos a recuperar Valencia como plaza financiera». Igualmente, no cree que el impacto del Brexit sea tan acentuado como muchos piensan porque «sigue habiendo mucho interés por comprar en España».
Actualmente trabaja en una socimi valenciana, cuyo objetivo es «cotizar en el Mercado Continuo y no en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)». Esta sociedad de inversión inmobiliaria se ha fijado en las ‘esperancitas’ (viviendas de alquiler con opción a compra), que en su día puso en marcha Esperanza Aguirre cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid. «Vamos a traer las ‘esperancitas’ a Valencia».
NdG apoyó entonces esa iniciativa —antes del estallido del boom inmobiliario— y más ahora porque «se adapta muy bien a la situación del mercado actual y es un vehículo atractivo para el inquilino, porque no pierde lo que ha pagado por el alquiler. Podemos dar un servicio con esta idea atractiva de compaginar el alquiler y la venta, dando una mayor opción de retorno al inversor. Ofrece la seguridad de retorno porque el alquiler de primera vivienda es estable por estadística y los componentes de venta no están ligados a un espacio temporal».
El objetivo de rentabilidad marcado alcanza el 11% de la duración total de la inversión, que comprende entre dos y tres años durante el desarrollo de la misma y entre ocho y diez años a la hora de la desinversión. «Pero siempre identificando bien el producto donde vamos a invertir tras un concienzudo análisis», incide Navarro. Para ello, cuentan con el apoyo de la firma estadounidense Merced Capital, uno de los grandes de la inversión alternativa. «Somos su brazo inversor en España; hemos mimetizado su método de trabajo y compartimos la selección e identificación de inversiones», afirma.
Net de Gerrers (NDG) cuenta con un portfolio valorado en unos 165 millones de euros tras haber analizado cerca de 700 activos
A Eduard Navarro su localidad natal le recuerda una ciudad del estado de Georgia, Savannah, «no sólo por su tamaño sino por su importancia como primer puerto de contenedores de EEUU». Sin embargo, es consciente de que allí la inversión bancaria es prácticamente residual, «al contrario de lo que sucede aquí, donde los bancos son los grandes financiadores, aunque con la desaparición de las dos grandes cajas valencianas se ha vaciado mucho la toma de decisiones en la ciudad». Sin embargo, recuerda el papel de JP Morgan a la hora de financiar el Puerto de Valencia; o el sector azulejero castellonense, donde se han visto transacciones internacionales sin financiación bancaria. Lo que hace falta es explicar a los empresarios valencianos que estas herramientas de financiación alternativa existen y están a su disposición».
Por último, el fundador de Net de Gerrers no duda en apuntar que la Comunitat Valenciana es un buen destino para las inversiones. «Siempre ha mostrado capacidad de trabajo y con una industria potente más allá de Ford y el Puerto de Valencia. Insisto en que hay que poner en valor el capital alternativo para ayudar buscando el éxito de las personas implicadas en las empresas, porque ello hará todavía más fuerte a la Comunitat Valenciana».
* Este artículo se publicó originalmente en el número de febrero de la revista Plaza