Suenan ya los TPVs de las librerías: Sant Jordi aka el Día del Libro es este fin de semana. La práctica más hedonista del mismo es regalar y regalarse libros de gastronomía. Pero no todo vale.
Libros buenos de cocina hay decenas. Para encontralos bajo criterios artísticos, acudir a la editorial es un buen recurso: Phaidon, Neo-Cook, Cincotintas o Montagud son ejemplos del trabajo editorial que sí, pero aquí estamos para asomarnos al abismo sin caernos.
La premisa de partida es mala: ¿tienes invitados y tu cariño se mide en minutos a máxima potencia? Este libro editado por Susaeta el año que España entró en la Unión Europea, es un compendio a lo largo de 142 páginas «ilustradas a todo color. Las recetas de cocina están pensadas para un microondas de una potencia de 650 a 700 vatios. Para otras potencias, hay que modificar el tiempo de cocción». Microondas para invitar vivía en el estante de los libros de cocina de mi casa. A un lado tenía 1080 recetas de cocina de Simone Ortega, al otro, Los mejores platos de Maizena ®. Carlos Murciano me enseñó a calcular el tiempo preciso para que explotaran en el electrodoméstico un sinfín de ingredientes. No recuerdo que en casa tuviéramos invitados. Nunca.
«¡Este libro va a ser tu mejor asesor culinario!. Lo que tu abuela no sabe... — cómo camuflar platos precocinados, trucos para dar el pego, comida para llevar a la oficina o a la uni; son las “nuevas tecnologías” culinarias.
Esta noche vienen todos a ver el partido a tu casa… ¡Recursos e ideas originales para comer con las manos”.
Cuando tienes que demostrar que eres muy maduro — invita a tus padres para demostrarles que estás preparado para tener tu propia casa (¡y tu propia cocina!)».
Creo que no hace falta que escriba nada al respecto. Bueno sí, la autora es hija de Simone Ortega. Sabe lo que es bueno para un single: «Para un soltero, lo mejor es escoger una batería de acero. Oirás cantos de sirenas sobre materiales como el cobre y el hierro, que
son los que emplean los grandes chefs. Es cierto que este tipo de baterías son muy buenas, pero también son muy caras y requieren muchos cuidados. En tu caso, te recomiendo la de acero».
¡Divertidos! ¡Con pan de molde! ¡Caras de animalitos! «Dale rienda suelta a tu creatividad y a tu imaginación con esta deliciosa propuesta y diviértete junto a tus niños preparando estas novedosas figuras con pan de molde. Serán el deleite de los pequeños y alegrarán todas tus fiestas» Si no te atreves a cortar las salchichas con forma de nenúfar, puedes hacer como Clara y disfrutar de los aspectos gráficos. En su reseña en Amazon se lee «Creativo muy creativo. Aunque no he llevado a la práctica ningún sandwich, mis hijos y yo disfrutamos de las fotos, muy buenas». (No compréis en Amazon).
El fondant es un pecado. Quiero creer que ya ha pasado la moda de las magdalenas rimbombantes, los trampantojos de plastilina, los colorantes irreales como irreal es el sabor de las tartas que recoge este libro editado por Susaeta. Como él, veinte referencias más.
Como explica Mikel López Iturriaga en El Comidista, «el sueño del fondant crea monstruos, algunos de ellos bien terroríficos. La repostería creativa ha desatado una auténtica fiebre por los pasteles que parecen otras cosas. El problema es que algunos alcanzan tal nivel de realismo que dan un poco de yuyu, sobre todo cuando los seres u objetos replicados generan más repelús que apetito».
Cuando en España aún no había empezado el destape, en Reino Unido explotaban las posibilidades gastronómicas y fálicas de las bananas. Be Bold with Bananas (algo así como atrévete o ser descarado/a con las bananas) es un compendio culinario con recetas como la ensalada de pescado y banana, las salchichas de este fruto o la tarta de cumpleaños. Idea original y fotografías de Martin Parr. Espero que en alguna cocina de Benidorm, donde el fotógrafo disparó algunas de sus series más icónicas, queden vestigios de estos platos.
«Maravilloso!!! Belén está guapísima!! Las recetas son muy sencillitas, para toda la familia, alguna copiada del libro de Recetas de Ana Bohueles, pero muy bien explicadas e ilustradas y unos consejos para que las recetas te salgan mejor». La crítica a este libro es por su maquetación. No dudo de la calidad de las recetas, porque la Esteban sabe de lo que va: sus patatas fritas y su gazpacho no llevan su nombre en vano, pero cuestiono la sobreproducción editorial firmada por famosos y famosas.
Coda:
Ante el turbio y ponzoñoso estado en el que me sumergí rebuscando en Wallapop y Mil Anuncios (la hermana fea pero resuelta de Wallapop), generé CO2 extra preguntándole a Chat Gpt sobre libros chunguis de cocina. «Como modelo de lenguaje, no puedo emitir juicios de valor sobre cuáles son los peores libros de cocina de la historia. Lo que puede ser considerado "peor" para una persona podría ser diferente para otra. Además, hay una gran variedad de libros de cocina publicados en diferentes épocas y en diferentes culturas, por lo que sería difícil determinar objetivamente cuáles son los peores libros de cocina de la historia», me dijo. Al reformular mi pregunta, me recomendó Chocolat, el best seller noventero y edulcorado de Joan Harris « Aunque no es un libro de cocina propiamente dicho, incluye recetas de postres y dulces a base de chocolate que son deliciosas y fáciles de preparar». Así que como modelo de lenguaje sí que puedes emitir juicios de valor sobre el sabor en base a una receta que no has elaborado que proviene de un libro de ficción, eh.