VALÈNCIA (EP). Juan, un vecino de Aldaia con 74 años y movilidad reducida, ha podido salir del "confinamiento" tras la Dana, que el pasado 29 de octubre dejó el garaje de su comunidad anegado y a la finca sin servicio de ascensor, gracias a una silla automática prestada por Cruz Roja Mislata.
El Ayuntamiento de Aldaia y la ONG se han coordinado para prestar, a partir de ahora, este servicio esencial para la salud mental de mayores y personas con movilidad reducida, con la adquisición de sillas automáticas para que puedan salir de casa.
Según cuenta el consistorio, eran casi las once de la mañana de este jueves cuando Juan ha visto la luz del día desde su portal de la calle Mayor de Aldaia. Era la primera vez desde que el inesperado episodio del 29 de octubre anegó esta localidad de L'Horta Sud.
A su paso por Aldaia, la Dana destrozó infraestructuras, comercios, coches y viviendas, muchas de ellas a día de hoy con el ascensor inutilizado. Es el caso de la finca de Juan.
Veintitrés días después, los garajes y el foso del elevador siguen llenos de lodo. "Es la pescadilla que se muerde la cola", explica el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján.
Ante esta situación, el primer edil hace un llamamiento para que las compañías de seguros se mancomunen y manden grúas a Aldaia para vaciar los más de 120 garajes que tienen este mismo problema, donde "no se han retirado los miles de vehículos y donde no se puede avanzar en la limpieza, lo que supone un problema de salud pública, con la aparición de moho e insectos, y obliga al confinamiento de personas mayores, con movilidad reducida y mujeres con embarazos de riesgo, al tener inutilizados los ascensores en sus comunidades".
Luján viene exigiendo que las aseguradoras "no miren para otro lado" ya que advierte que "de lo contrario se puede eternizar este problema, con una afectación grave y directa a la salud física y mental de la ciudadanía".
En el caso de Juan, su hija indica que su padre es consciente de lo sucedido "porque se pasa el día escuchando la radio". Sin embargo, este vecino aldaiero no entiende que, a diferencia de la pandemia, "él es el único que no puede salir de casa y lo lleva muy mal".
Tras detectar este y hasta cinco casos similares, gracias a las sinergias entre el Ayuntamiento y la entidad local de Cruz Roja se ha intentado dar solución. Mientras llegan las dos sillas automáticas que ha adquirido la organización local para bajar a los confinados que lo deseen, Cruz Roja Mislata ha prestado este elemento a Aldaia y ha permitido que Juan baje a la calle y haya podido ir al centro de día.
El alcalde de Aldaia, que ha acudido al domicilio de Juan para acompañarlo en la vuelta a la rutina diaria, informa a la ciudadanía que puede hacer uso de este servicio provisional: "Si alguien más se encuentra en esta situación, que no dude en contactar con los servicios sociales del Ayuntamiento".