Las opciones veganas crecen tanto como la espuma de una botella de champagne bien agitada. Un chorro de energía y potencial bien enfocado y sin ganas de parar que a más de uno le va a pillar desprevenido.
Según los datos de la plataforma Deliveroo la presencia de restaurantes veganos en España ha crecido un 25% y los pedidos a domicilio de platos veganos ha crecido un 23% desde 2018. Y es que esta oferta no es más que la adaptación a las tendencias, la respuesta a una creciente demanda por la sociedad de este tipo de alimentos.
No es nuevo que las opciones 100% vegetales han venido para quedarse y muestra de ello también lo son las grandes superficies, quienes no han dudado en incorporar entre sus lineales montones de alternativas vegetales a la carne. Pero, aunque el crecimiento responde a la tendencia, también es importante destacar que la acogida tan buena que está teniendo se debe a la mejora del producto y de su sabor. Son muchas las empresas que han hecho verdaderas carreras de fondo contrarreloj para dar con las fórmulas exactas y la alternativa vegetal ganadora.
Y los restaurantes no se quedan atrás. Muchos de ellos han improvisado su propio departamento I+D decididos a elaborar sus propias fórmulas y no tener que depender de muchos de los procesados, además encarecidos. Crear tus propias fórmulas te permite conocer la procedencia de cada uno de los productos que utilizas en la elaboración además de ser un gran elemento diferenciador respecto a la competencia. Muestra de ello, Veganum, una nueva propuesta en la ciudad de Valencia. Estamos en un momento en el que, aunque en auge, todavía las opciones en los mercados son contadas así que sería fácil que todos terminasen ofreciendo el mismo producto al comensal.
“Creo que Raúl es la persona más generosa que he conocido nunca”. Eso es lo primero que dije cuando salí del local con Kike Taberner. No recuerdo haber visto a alguien tan dispuesto a dar y ofrecer a los demás lo que tiene y lo que sabe. Y no le falta la ilusión de un niño, mientras hablas con él no cabe duda de que detrás del proyecto hay pasión a raudales. Y es que las cosas que se hacen con pasión, con bondad y generosidad solo pueden estar destinadas a ser grandes. Proyectos sin miedo que dan el respeto debido al cliente, al proceso y al producto.
Veganum se abre paso en plena pandemia. Un proyecto que lleva tiempo cocinándose en la cabeza de Raúl y no es hasta este momento cuando por fin lo pone en marcha, un momento frágil para el sector que ha hecho agridulces muchas aperturas. Pero en Veganum han sabido adaptarse, dejando de lado la opción de ofrecer un local abierto al comensal virando hacia una sencilla cocina ciega, enfocando su modelo de negocio hacia el delivery o el take away.
Como su propio nombre ya nos anticipa, se trata de una oferta gastronómica 100% vegana. Un proyecto con unos valores claros y muy sólidos que se adaptan a la actualidad y dan respuesta a muchas necesidades sociales que antes eran simples motas en la sociedad. Saben que la generación Z viene pisando fuerte y que la mayoría de sus demandas son mucho más conscientes que las de generaciones anteriores. Quieren un mundo más justo y más lleno de valores, cercano y respetuoso.
Entre los valores de Veganum encontramos el cuidado por el medio ambiente y el bienestar animal. Ninguno de los productos que ofrecen es de origen animal y procuran reducir su huella ecológica en todo el proceso de producción, además fomentan el consumo de producto Km 0, eligiendo proveedores locales. Y, como no podía ser de otra manera, todo el packaging es reciclado y reciclable.
La carta es increíble. Partimos de que se han inspirado en la Comida rápida Americana. Vale, es cierto que ya son muchos incluso a veces pueden parecer demasiados los locales que abren bajo este concepto. Pero cuando conoces su carta entiendes por qué hacía falta que apareciesen.
Tanto los panes, como el queso y la hamburguesa vegetal son creaciones suyas. Encontrar un obrador que les proveyese de pan bajo sus requisitos no ha sido fácil. Partiendo de la base de que el pan tenía que ser vegano, es decir, sin huevo en la superficie y sin manteca de cerdo en la mezcla y a su vez lograr que tuviese la textura digna de una hamburguesa clásica.
Dar con la receta ideal de la hamburguesa no fue más fácil. Sus hamburguesas Crispy (crujiente), Portobello y Yummy las sirven con su elaboración propia, una hamburguesa hecha con setas Portobello, frutos secos como el anacardo y las pipas de calabaza y una mezcla especial de especias.
Aunque su oferta va más allá de las hamburguesas. Preparan unos sándwiches que están muy fuera de lo convencional. Mi favorito, el Frenchy Sandwich, lleva seitán marinado con mostaza Dijon, cebolla caramelizada, setas salteadas, wakame (de ahí mi predilección), rúcula, veganesa de lima y salsa de mostaza. Maravilla.
Tienen entrantes como nuggets veganos, patatas de boniato, Pops de patata (bolitas crujientes), ensaladas, burritos tan top como el Chili Roll que quien le guste el picante que lo pida con extra porque es puro fuego, los sándwiches y las hamburguesas. La guinda dulce la ponen los postres que les prepara un obrador valenciano 100% aptos para celíacos. Aunque en Veganum todavía no pueden decir que su oferta sea sin gluten, están trabajando en ello para no dejar a nadie atrás.
Puede parecer una oferta pensada para un público veggie, pero nada más lejos de la realidad. Su objetivo es acercar la alimentación vegana a un público más amplio, demostrando que se puede disfrutar igual sin echar de menos la carne.
Que no te quepa duda de que si lo pruebas vas a disfrutar como un niño y terminarás pringado hasta los codos, pero es que así es como debería pasar ante una buena hamburguesa. Y es que se han asegurado de ello montando verdaderas pirámides.