Foto: EVA MÁÑEZ.VALÈNCIA. Bombas Gens abría sus puertas este viernes a su nueva propuesta expositiva, En busca del meta-infinito, la primera gran exposición del japonés Shigeru Ōnishi en Europa. La presentación contó con la participación de la vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l’Art-Bombas Gens, Susana Lloret; la directora de arte del centro, Sandra Guimarães; y el asesor de la Colección Per Amor a l'Art, Vicent Todolí, una inauguración que se enmarca en el inicio de una nueva etapa para Bombas Gens y, por ende, para el rol de Todolí en este marco. Tal y como ha podido saber este diario, Todolí se alejará sensiblemente del proyecto artístico impulsado por la fundación privada, una situación que responde al cambio de rumbo que ha tomado el espacio.
La propia Lloret hablaba hace algunos meses del inicio de una “nueva etapa”, que coincidió con la marcha de Nuria Enguita, actual directora del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), y con una pandemia que obligó a las industrias culturales a repensar sus modelos, un modelo que, en el caso de Bombas Gens, debía pasar ahora por la internacionalización y la “sostenibilidad”. Esto se tradujo en toda una revolución interna que está marcando su presente y moldeando lo que será su futuro próximo. Uno de los principales cambios pasan por la propia colección de arte a la que llevan dando forma durante años, una colección que no tiene previsto seguir ampliándose, algo que afecta directamente a la labor de Todolí en tanto que asesor de la misma.
“Se acabó, porque estamos en una etapa nueva y hay que ser consecuentes. Hemos llegado a donde teníamos que llegar”, reflejaba Lloret en una entrevista publicada por la revista Vanity Fair el pasado mes de enero. “La colección la hemos hecho mi marido [José Luis Soler] y yo, pero el motor ha sido mi marido. Él puso esto en pie y dio sentido conjunto a todo lo que hacíamos […] Ahora se trata de que la colección llegue lo más lejos posible. Esa es la grandeza de una colección, que no se agota, sino que viaja y sigue su vida. Difundirla es también nuestra misión”, explicó entonces.
El cambio de Bombas Gens pasa por la colección y, también, por la actividad que allí acoge. Uno de los objetivos paralelos es explotar el espacio más allá de la actividad artística y, además, abrir sus naves a proyectos culturales que van más allá de la colección Per Amor a l’Art. Prueba de ello es la reciente colaboración con la Academia de Cine, en el contexto de la celebración de los Premios Goya en València, por la que Bombas Gens acogió una exposición en torno a la vida y obra del genio valenciano Luis García Berlanga, en el centenario de su nacimiento. También se están ampliando los convenios con otras entidades, como el Olympia, que ha llevado al teatro que gestionan en Catarroja distintas piezas de la colección.
Según confirman desde la fundación, aunque el rol en tanto que asesor de la colección efectivamente muta, seguirán contando con él y, de hecho, entre sus planes inmediatos está la próxima edición de Photoespaña 2022. Sandra Guimarães, y Vicente Todolí serán comisarios invitados en la nueva edición, con un proyecto que llega bajo el lema 'Sculpting Reality'. Fue en el año 2010 cuando la fundación inició la colección Per Amor a l’Art, bajo el ala de Vicente Todolí, un proyecto que más tarde daría pie a la creación de Bombas Gens, un espacio expositivo gracias al que se recuperó la fábrica abandonada que hoy habita. La colección, que suma más de 2.250 obras de unos 220 autores, ha sido galardonada por la Fundación ARCO con el Premio “A” al Coleccionismo.
