Doctor en Geografía Física por la Universidad de Zaragoza y profesor titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha sido reconocido este martes con este galardón por "su liderazgo y contribuciones fundamentales para transformar nuestro conocimiento de la sequía, como uno de los desafíos más críticos de nuestro tiempo".
Vicente-Serrano, que se ha mostrado "muy sorprendido" por haber recibido esta distinción, ha mostrado su apoyo, en declaraciones a Europa Press, al "firme" respaldo dado este martes por los jurado de los Premios Jaume I a la petición a la Unesco para declarar a la Albufera de València como Reserva de Bioesfera ya que estos hábitats son "especialmente vulnerables, sobre todo por las competencias en los usos humanos" y requieren de estrategias de gestión.
Así, se ha mostrado "muy crítico" con los partidos políticos que hacen del cambio climático "una cuestión ideológica" cuando es "un problema que de forma muy, muy clara nos está afectando y aún lo hará más en el futuro".
Por contra, ha recalcado que "acabar con el cambio climático es una labor solidaria que no puede ejercer un individuo, sino que debe acometerse como sociedad conjuntamente" ya que debe basarse en establecer "un nuevo sistema económico capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero".
Sin embargo, lamenta, "hay ideologías a las que estos aspectos solidarios les chirría en su concepción del mundo y ante cualquier cosa que pueda alterar su modo de vida o que piensen que atenten contra su libertad responden tachándolo de ideológico". "Pero hay que comprender --recalca-- que es algo prioritario y que si no ponemos estas solidaridad encima de la mesa y somos capaces de reducir los gases de forma global nos va ir muy mal a todos".
En esta línea, también ha refutado los partidos que quieren presentar el negacionismo climático como un apoyo al ruralismo y a la agricultura y la ganadería cuando justamente se trata de las actividades económicas "más vulnerables": "A nadie le va bien que aumente 4 grados la temperatura media o que haya una sequía prolongada, pero el calor y la falta de agua afectan en mayor medida a plantas y animales e impiden una planificación productiva".
Con todo, ha recalcado que aún hay tiempo en la lucha contra el cambio climático: "Ya vamos tarde porque llevamos 170 años lanzando gases de efectos invernadero, y las concentraciones se han ido incrementando en las últimas décadas a niveles sorpresivos, así que cuanto antes mejor".