VALÈNCIA. Los distintos partidos políticos en la Comunitat Valenciana comienzan a bullir ante la cercanía de las próximas elecciones locales y autonómicas. El paso previo a la cita con las urnas será la campaña, pero antes -y en este caso más pronto de lo habitual-, el gran asunto a resolver será el de las candidaturas a Les Corts y a los ayuntamientos.
En este tránsito, las instituciones que suelen quedar en un segundo plano son las diputaciones provinciales. El motivo es que sus representantes se eligen de forma indirecta entre los concejales resultantes en los comicios municipales: o lo que es lo mismo, aunque hay determinadas certezas, la gran batalla por entrar en la corporación se libra con posterioridad a la visita a las urnas.
Ahora bien, eso no significa que pierda interés o que muchos dirigentes no tengan ya la mirada puesta en entrar o incluso ponerse al frente de una institución que otorga a su presidente, si sabe utilizarla, un interesante trampolín mediático y político.
En el caso de la Diputación de Valencia, y aunque todavía queda mucho tiempo para la reflexión, se abre la posibilidad de que se produzcan relevos en los tres liderazgos de las fuerzas con mayor representación: PSPV, PPCV y Compromís.
Así, el presidente de la institución, Toni Gaspar, podría estar encarando sus últimos meses en la corporación provincial. Al menos como máximo responsable. Cabe recordar que su compañero de partido y amigo Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, logró situarse a principios de año como nuevo secretario general del PSPV en la provincia de Valencia. Un puesto orgánico que encontraría la traslación lógica en la Presidencia de la Diputación, si es que la formación socialista vuelve a ser la fuerza más votada y consigue articular una mayoría.
Distintas fuentes del PSPV opinan que Gaspar, quien accedió al puesto en julio de 2018 tras la dimisión de su compañero Jorge Rodríguez por su imputación en el caso Alquería; estaría preparado para dejar paso a Bielsa al frente de la institución. En ese caso, el destino del ahora presidente no estaría todavía definido: algunos le señalan como posible diputado en Les Corts Valencianes, otros le ven como futuro alto cargo en un Botànic III -si la izquierda reedita la mayoría- e incluso hay quien opina que primero irá en la lista y luego dará el salto al gobierno si es posible.
También soplan vientos de cambio, o al menos así lo creen algunos dirigentes, en el Partido Popular. Actualmente, el portavoz de la formación de la gaviota en la Diputación es Vicente Mompó, alcalde de Gavarda, quien se convirtió en presidente provincial en julio de 2020 en una maniobra promovida por el entonces número dos de Pablo Casado, Teodoro García Egea, ahora fuera de la primera línea.
A lo largo de los últimos meses, se ha producido cierto distanciamiento entre Mompó y la secretaria general del PPCV, María José Catalá, por lo que las garantías de continuidad para el presidente provincial como portavoz de la Diputación no están en su máxima expresión. En este sentido, nadie se atreve a descartar que haya relevo, especialmente si Català sale reforzada consiguiendo la Alcaldía de València, algo que la situaría como un referente institucional de la formación popular en toda España.
Por otro lado, la continuidad de la vicepresidenta y máxima responsable de Compromís en la institución, Maria Josep Amigó, tampoco está asegurada. Fuentes de la coalición valencianista han asegurado que la dirigente, cumplirá en 2023 ocho años en la institución y ha mostrado su disposición de cambiar de aires. Una incógnita que se resolverá a corto o medio plazo si, como algunos apuntan, su idea es la de entrar en la lista a Les Corts Valencianes.