Los sueños sí se cumplen.
Vinorte no es un restorán, es un wine bar. ¿Pero acaso eso importa? A finales de julio César Martín y su mujer Iria Lado decidieron que era el momento de hacer realidad sus sueños y montar el negocio que siempre habían deseado: una vinoteca y es que, ¿qué amante del vino no ha soñado alguna vez, incluso muchas en montar un wine bar? La gente cree, que los sueños no son reales porque no son materia, partículas. Pero son reales. Están hechos de puntos de vista, imágenes, recuerdos, juegos de palabras y esperanzas perdidas. Y sobre todos ellos, César e Iria han cimentado una realidad: Vinorte.
Vinorte está situado en la calle Cervantes, detrás de la Fnac y la oficina de la Agencia Tributaria, con lo que su oferta sirve tanto para celebrar la cultura como para ahogar las penas. Da igual si sales de un coloquio literario que de una notificación desagradable, César e Iria te acogerán con una sonrisa, una botella de vino y una propuesta de picoteo de altura. Entre las primeras encontramos una gran selección de los mejores caldos gallegos, no en vano Iria no podría renunciar a sus orígenes, pero también del resto de regiones vinícolas: Canarias, Jerez, Rioja o el Mediterráneo. La oferta internacional abarca desde Francia a Portugal pasando por Alemania. Entre las segundas destacan las chacinas, las tostas, las ensaladas y huevas y por supuesto un laterío exquisito de Nosa: Batea, Praia o Navaia.