VALÈNCIA. Violeta Garín, hasta ahora local manager de Fosbury & Sons en València, ha dejado la compañía tras más de dos años sin poder poner en marcha el coworking previsto en la Estación Marítima. Así lo apuntaba la pasada semana en una publicación en la red social LinkedIn, donde hacía un repaso por las dificultades que desde sus inicios se ha vivido con el espacio de la Marina de València.
Cabe recordar que la adjudicación del espacio a la compañía belga fue recurrida por los promotores de la otra oferta. Una demanda que fue aceptada a trámite y que todavía no ha sido resuelta, cuestión a la que se suman al escenario provocado por la covid y los confinamientos en Europa. Garín llegaba a Fosbury tras pasar por compañías del ecosistema emprendedor valenciano como la incubadora Demium Startups o el grupo Art Visual.
"Siempre he estado convencida de que valía la pena defender este proyecto y tenía razones de peso para hacerlo por tratarse de una iniciativa que atraía inversión y talento internacional a Valencia", señala. "Personalmente, la decepción ha sido grande. También porque en mi opinión, el perjuicio más importante es para la ciudad de Valencia, La Marina de València y para todas las muchas personas que como yo han apoyado y trabajado para esta iniciativa desde el principio o a lo largo del camino", asegura.
"Es desalentador ver que un proyecto así pueda no ver la luz por dificultades artificiales en un contexto ya de por sí retador. Tras acordar mi salida con la empresa Fosbury & Sons para afrontar otros retos, quedo tranquila porque creo que hice todo lo que pude con empeño y buena fe", continúa. En este sentido, la nueva fecha prevista para la apertura del espacio era en el primer trimestre de 2021 pero, a día de hoy, siguen sin tener un plazo exacto.
