El vídeo como forma de comunicarse. Sobre esta base, el valenciano Adrián Doménech creó Vitcord, una plataforma social que pretende abrirse hueco entre los jóvenes de todo el mundo y hacer frente a gigantes como Facebook, Instagram o Twitter
VALÈNCIA.-En tiempos de Facebook, Instagram o Snapchat, donde todas las cifras de usuarios se cuentan por millones, poner en marcha una nueva red social podría entenderse como prácticamente un suicidio; competir con cotizadas de bolsa en un nicho que, a pesar de las modas, se ha convertido en terreno de algunos fijos como las plataformas de Mark Zuckerberg. Sin embargo, no le pareció mala idea adentrarse en este terreno al valenciano Adrián Doménech en 2015, cuando decidió crear Vitcord, una plataforma que permite generar vídeos de forma colaborativa entre toda la comunidad y que ha conseguido financiación de directivos de Twitter o JobandTalent.
«Siempre he sido un persona muy inquieta. He buscado cosas que me llenaran al margen de hacer la carrera o estudiar en el colegio, y una de ellas ha sido el vídeo. Siempre me ha gustado grabarlos, verlos y compartirlos con la familia», explica Doménech. Su afición se unió a unas prácticas que realizó en una productora, donde entendió que se estaba moviendo algo en el entorno digital que aún estaba por llegar y era empoderar a todo el mundo que tenía un móvil a grabar un vídeo.
«Ya no era cuestión de utilizar redes de contenidos como Youtube, en el que si eres creador no eres consumidor. Se trata de que todo el mundo que tiene un móvil grabe sin ningún tipo de barrera ni vergüenza», asegura. De ahí nace Vitcord, con la misión de tener recuerdos más completos, donde una persona puede contar una historia y el resto de la comunidad colaborar en ella.
‘‘Sitios públicos en los que dormir’’, esta es la pregunta que lanza Eva en uno de los hilos. ‘‘A mí me gusta dormir en el campo con una manta’’, contesta Roap. A lo que suceden una decena de vídeos de jóvenes que han colgado imágenes durmiendo en lugares como la oficina, coches de Uber o en un aeropuerto. ‘‘Soy estudiante de Turismo, ¿cuál es el sitio favorito que elegiríais para viajar?”, pregunta Samantha. ‘‘A Marte’’, contestan en el primer vit al que le suceden muchos otros. La red social permite a sus usuarios lanzar cuestiones al aire o retos donde se interactúa participando en los hilos creados por toda la comunidad en los que pueden utilizar filtros de voces e incluso pixelarse.
Doménech, que tiene 28 años y estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universitat Politècnica de València, ha conseguido sumar a su proyecto numerosos inversores, quienes contribuyen a que más de una veintena de personas puedan trabajar exclusivamente sobre su app para iOS y Android con el fin de mejorar las funciones. Entre su equipo se encuentra Mónica Fernández, que fue directora de Mobile World Capital durante cinco años.
En los últimos doce meses han alcanzado 400.000 usuarios activos y en 2018 están obsesionados en multiplicar el número de vídeos creados cada día. La compañía, con sede en Barcelona y en la Universitat Politècnica de València, ha captado hasta la fecha 2,7 millones de euros de financiación que le han servido para lanzar un producto, validar el modelo y conseguir incrementar la tracción en el mercado hispano.
La startup valenciana cerró recientemente una ronda de inversión de dos millones de dólares —unos 1,8 millones de euros al cambio— con varios fondos y business angels nacionales e internacionales, entre los que se encuentran Banc Sabadell, el Grupo Zarranz y el presidente de Havas Media Group, Alfonso Rodés, además de Gate 93, un fondo radicado en Estados Unidos y especializado en ayudar a startups europeas a entrar al mercado americano y del que además forma parte el valenciano Javier Cortés.
Pero ¿por qué invertir en una startup sin modelo de negocio y que no monetiza su producto? Cortés lo tiene claro: tienen un equipo estructurado y potente, tienen un producto con tecnología sofisticada y difícil de copiar, están adelantándose en un mercado en alza y están en un momento adecuado para un seed investment. Con esta inversión, Vitcord quiere acelerar el crecimiento centrando sus esfuerzos principalmente en evolucionar el producto. El objetivo es doble: trabajar los modelos de datos y el escalado a nivel de backend, y transformar la experiencia de usuario y la forma en cómo este interactúa con la aplicación, todo para mejorar la retención a largo plazo e incrementar el índice de creación de contenido en la app.
A esta ronda también se unieron los antiguos inversores, entre los que se encuentran Mobile World Capital Barcelona, Sebastien Lefebvre, exdirector de crecimiento en Twitter; Eneko Knorr, fundador de Ludei; Pedro Serrahima, director de desarrollo de negocio multimarca de Telefónica y exdirector general de Pepehone y Globalia; David Núñez, director of media en Twitter Southern Europe; Félix Ruiz, chairman de JobandTalent; Oriol Juncosa, managing partner de Encomenda VC, y Enric Cabestany, managing partner de IGG Europe, e incluso en su primera ronda llegó a entrar el futbolista Sergio Canales.
Al margen de sus accionistas, Vitcord cuenta con un board encabezado por Laura González-Estéfani, exdirectora de Alianzas Estratégicas y Desarrollo de Negocio en Latinoamérica de Facebook y fundadora de The Venture City, compañía con un fondo de cien millones. A ella la acompañan Sebastien Lefebvre, exdirector de crecimiento de Twitter, y Uri Levanon, CEO de Haste Media. Estos tres perfiles, especializados en startups, generación de contenido y crecimiento, están trabajando junto al CEO de Vitcord para ayudar a la compañía a convertirse en la plataforma de vídeo centrada en la creación, la actividad y la viralidad. La startup también pasó previamente por el proceso de aceleración de Numa en Barcelona.
«Hemos montado un buen equipo y sabemos por los ex Facebook y ex Twitter que es un mercado que las grandes plataformas están explorando y que se está intentando dar con la tecla, porque al final tiene más valor un usuario que graba vídeos que el que consume», asegura Doménech. Si algo tienen claro los inversores es que el vídeo será la herramienta de comunicación de los millenials. A esto se suma que la posibilidad de analizar a los usuarios a partir de un vídeo es mucho más amplia que simplemente con una fotografía, ya que permite entender con mayor profundidad los gustos y los perfiles de los usuarios.
Los usuarios de la plataforma valenciana tienen entre quince y veintitrés años y el 60% son mujeres, más propensas a grabarse en vídeos. En cuanto a temas, los usuarios plantean preocupaciones del día a día, que usuarios exponen y el resto les contestan. A estas se suman temas como el fútbol, la moda, la música o la actualidad, aunque también les funcionan otras categorías como las imitaciones.
Sus mercados foco son España y México, aunque no descartan entrar en Estados Unidos. De ahí que Doménech haya viajado en varias ocasiones a San Francisco para hablar con fondos de primer nivel. «Vitcord será un proyecto internacional y necesitamos inversores que entiendan que no vamos a tener ingresos de momento».
«Se trata de que todo el mundo que tiene un móvil grabe sin ningún tipo de barrera ni vergüenza», explica Doménech
Según Doménech, la estrategia que ahora toman debe llevarles a competir con los grandes players. «Siendo rápidos, analíticos y haciéndonos las preguntas correctas podremos retar a los monstruos del sector», asegura. Cabe recordar que muchas de las grandes redes sociales tampoco facturaban en sus comienzos pero que, ahora, la publicidad juega un papel destacado como fuente principal de ingresos. Por ejemplo, Facebook facturó 40.653 millones de dólares en 2017, Twitter 2.443 millones, Instagram 3.640 millones, Linkedin 1.100 millones y Pinterest tuvo 473 millones. Mientras se disparaba el crecimiento de las más grandes, otras redes sociales como Musical.ly se han colado entre las más utilizadas por los jóvenes.
Seguro que todo el que tenga hijos pequeños conoce esta red social, una de las apps más descargadas del año, y que ahora ha sido renombrada como TikTok. En esta plataforma, la idea principal es hacer vídeos en función de las canciones, ya sea cantándolas, bailándolas o haciendo vídeos graciosos al ritmo de la música. Vitcord mira en esta plataforma como un ejemplo, que ha podido irrumpir en un nicho donde, evidentemente, hay competidores que son titanes. «Es un claro ejemplo de cómo entrar en un sector copado de tiburones, y con una propuesta de valor única. Vitcord puede ser el siguiente en hacerlo, creando un precedente en España». Y es que, España no ha tenido ningún éxito claramente reconocido como red social más allá de Tuenti. Quisieron emular el éxito de Facebook y llegó a tener diez millones de usuarios en activo pero finalmente acabó bajando la persiana en 2017.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 51 de la revista Plaza