Volar alto, volarlo todo

VALÈNCIA. Estrenamos en el Teatro Principal de València. Pero no nos engañemos, en el Principal se emboza el wáter como en cualquier lado. Muchos me preguntan por la presión, por la “oportunidad”, por todo eso… La Teta Calva ha llevado sus trabajos a teatros como el Teatro Principal de Palma, el de Logroño, el de Pamplona, Segovia, Palencia, Murcia, Ciudad Real, Cuenca, Alicante, Castellón, Soria, Burgos, Zamora, La Coruña, Salamanca, Gijón… otros más chicos en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Málaga, Cádiz o Sevilla, por nombrar algunos. Todo grandes teatros, de esos que tienen telón y que huelen a Buero Vallejo, a Valle Inclán, a Lorca, etc. 

Que hacerlo en tu casa sea una novedad se convierte en un día especial y amargo al mismo tiempo. Que una producción cien por cien privada de una compañía pequeña como la nuestra pueda mostrar su esfuerzo en el teatro más importante de la ciudad es una novedad agridulce. Somos pocas las compañías que hemos podido hacerlo, ni siquiera me vienen a la cabeza. Desde que entramos en “casa” nos hemos visto aupados por todo el equipo de gente que allí ha visto de todo. Nos miran con cierta distancia, con sorpresa y con ganas. Hay ganas de estrenar, claro. Pero más ganas hay de ver en esos camerinos a nuestras actrices y actores. Hay ganas de que detrás de El Muro vengan otras historias creadas aquí, tanto desde el teatro como desde la danza. 

Cristina García colgó un discurso certero. Era un discurso por si le daban el premio a mejor actriz. Ya lo es. En su vomitera hablaba de la espera de una actriz durante unas décadas para poder hacer una película como protagonista. Una película de cine. Valenciana. No de secundaria con protas de renombre. Esto es, para los valencianos que no entienden muchas veces nuestras reivindicaciones, como si la falla del ayuntamiento la hiciera una empresa de decorados de Madrid. Cada año. Año tras año. O como si al Valencia lo dirigiera un chino. Bueno, lo retiro. Roberto García no es chino, es de aquí. Y con el pastel que tiene en la despensa ha querido que nuestra compañía juegue en el Principal. Gracias, Roberto. Me consta que la temporada que viene llegarán otras obras. Todas ansiosas de trabajar con el equipo y la dimensión que nuestro teatro merece. Un teatro y unos intérpretes que no merecen decirle frases como “aquí tiene su café” a Leonardo Sbaraglio o a Perico de los Palotes. 

Nos sobran las Machis, los Homares... En esta tierra donde se palmea al Jaimito y se ningunea al Romeo hay un volcán. Puede que la fórmula no sea dar a todos de merendar y a nadie de comer, pero es un primer paso para hacer visible la sabiduría de nuestro teatro. Oficio y lucha. Nuestro teatro no ha tenido más remedio que arrastrarse con estas dos muletas. Oficio y lucha. El Muro habla de aquellos que se rinden. De los pájaros que caen. De volar bajo. Expertos en planear según venga la brisa.

Volemos alto. Volémoslo todo.

Xavo Giménez. Director de El muro. 
La Teta Calva.