'Volvió una noche' trae humor al Talia

VALÈNCIA (EP). Carlos Santos, Beatriz Carvajal, Pedro Segura, Berta Hernández y Daniel Ortiz se suben del 30 de mayo al 9 de junio al escenario del Talia de València para poner sobre las tablas Volvió una noche, una "comedia de situación en estado puro", texto original del dramaturgo argentino Eduardo Rovner, que hace posible el imaginativo encuentro entre una madre muerta y su hijo para poner de relieve el excesivo control de los padres que tratan de dirigir la vida de sus descendientes incluso desde la tumba.

Volvió una noche llega al Teatre Talía adaptada por el director César Oliva, que dirigirá el reparto y que ha definido la obra como una "comedia de situación en estado puro", que hace posible el imaginativo encuentro entre una madre muerta y su hijo, en el que se "une el mundo de los vivos y los muertos".

Basada en un tango de Carlos Gardel, la obra trata de una madre que revive cuando su hijo, que tiene por costumbre visitarla en el cementerio y contarle su día a día, le anuncia que va casarse y ella surge "indignada" de la sepultura porque quiere conocer a la novia para autorizar o no la boda.

La comedia se representó por primera vez en Montevideo en 1993 y posteriormente se ha estrenado en Buenos Aires y escenarios de países como EEUU, Cuba, México, Israel, Finlandia, Brasil, Paraguay o república Checa, mientars que en España, hasta ahora, únicamente se ha podido ver en régmen de teatro universatario.

"Rovner nos da una lección de la relación entre padres e hijo o madre e hijo. Ese querer arreglarle la vida, es el gran motivo dramático de la obra, en la que aparecen personajes muertos y vivos a veces reñidos y otras amados", ha añadido Oliva, a quien le unía una gran amistad con el autor, que falleció al mes de que se estrenara la obra en España en régimen comercial, y que estaba completamente informado y "encantado" con una obra que le confesó que había soñado.

La obra, en palabras del director, tiene reminiscencias del teatro fantástico de Noël Coward, cuyo máximo exponente es 'Un espíritu burlón' y que utilizó también Jardiel Poncela. "El teatro hispanoamericano no tiene mucho arraigo en España, más allá de representaciones esporádicas como las de Tito Cossa, de Griselda Gambaro o de Ángel Pavlovsky. Rovner es un autor poco conocido en España, pero muy conocido en el exterior", ha incidido.

Para la representación en España, el director ha modificado "cantidad de giros argentinos", determinados comportamientos religiosos y un personaje de índole costumbrista que aquí ha acabado transformado en el demonio "porque está mucho más arraigado".

"Los hijos tienen que ser lo que quieran" Beatriz Carvajal --que interpreta a la madre-- ha insistido en que es una obra para que "vengan madres e hijos, o padres e hijas, o familias y que se vean reflejados en la obra y lo que pasa en sus relaciones". Para Carvajal, los hijos tienen que "ser lo quieran" y "hacer lo que quieran y no lo que digan los papás", algo que se refleja en la obra en tono humor.

El ayudante de dirección, Carlos Santos, ha añadido que es una obra en la que tanto padres e hijos se sienten identificados con los personajes. "Esto facilita la comunicación con el espectador porque si planteas una situación muy ajena a el, es más difícil conectar", ha agregado.

"Esta situación hace que el espectador se identifique con esa disputa madre e hijo y lo que los padres esperan de los hijos, que es lo que crea esa comicidad. Todo lo que ocurre es muy verosímil", ha expresado Santos.

En la actuación también hay música en directo que interpretan, Berta Hernández --la futura nuera de la madre--; y Santos --que hace el papel de hijo en la función-- que integra una banda de boleros.