VALÈNCIA. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha comunicado en la tarde de este jueves tras el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido la ruptura de todos los gobiernos autonómicos, incluyendo el valenciano. La decisión conlleva la salida de los tres consellers voxistas en la Generalitat –los ceses han sido publicados por el PP apenas una hora después– cuando apenas se ha cumplido el primer año de legislatura y ni siquiera se ha alcanzado el aniversario del Consell.
A la reunión han asistido los miembros valencianos del CEN: el vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera; y la presidenta de Les Corts, Llanos Massó. Ambos han manifestado su desacuerdo, según indican fuentes de Vox. Especialmente discrepante se ha mostrado Barrera hasta el final en un encuentro que ha durado tres horas –una más de lo previsto–. Pero de nada ha servido. Pese a todo, el hasta ahora vicepresidente primero de la Generalitat ha decidido acatar las órdenes de la dirección nacional y ha abandonado el Consell.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ya ha dejado claro que intentará seguir gobernando en solitario y que un adelanto electoral es el último de los escenarios que se encuentran encima de la mesa.
El movimiento de Abascal días atrás sorprendió a los dirigentes de Vox en la Comunitat Valenciana. A finales de junio, el líder del partido ya mostró su desacuerdo con la posibilidad de que desde el Gobierno de España se produjera un reparto de menores migrantes no acompañados entre las Comunidades Autónomas (CCAA) para aliviar la situación de Canarias. No obstante, su posición se endureció este lunes, cuando amenazó con romper los cinco gobiernos autonómicos que ostentaba con el PP si Alberto Núñez Feijóo aceptaba algún tipo de acuerdo respecto a esta cuestión. Fue entonces cuando el nerviosismo comenzó a crecer en los altos cargos públicos de Vox en el Consell.
El presidente de los populares replicó públicamente que las autonomías dirigidas por sus compañeros serían "solidarias" y aceptarían el acuerdo alcanzado en 2022 de reparto de migrantes si el Gobierno de España facilitaba los recursos necesarios. En este sentido, Feijóo reiteró su posición este mismo miércoles y aseguró que se acogerían a 347 menores migrantes según el citado pacto. No obstante, el PP no se comprometió a aprobar la reforma de la Ley de Extranjería propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez, que busca un incremento del reparto en las autonomías de unos 3.000 menores que son inasumibles para el ejecutivo canario.
Sin embargo, el primer acuerdo citado ha sido suficiente para que Abascal considere que el PP ha traspasado una línea roja. "Ayer, [Feijóo] obligó a los presidentes autonómicos a pactar un nuevo reparto de menas ilegales. Se lo habíamos advertido por activa y por pasiva, y obligó a sus presidentes autonómicos a mentir a sus socios", ha recalcado Abascal, para señalar a los populares como cómplices de una llamada a la "delincuencia" y las "ocupaciones". "Hemos cedido, a veces demasiado, para salvaguardar esos gobiernos, pero es imposible pactar con quien no quiere hacerlo y pretende imponernos unas políticas de fronteras abiertas", ha asegurado en su comparecencia: "Nadie ha votado a Vox, ni diría que al PP, para que continúe la invasión ilegal y de menas". Por ello, ha asegurado que "si Feijóo quiere seguir engañando a los electores y aplicando medidas globalistas, allá él".
La decisión de Vox aboca a que Carlos Mazón deba ahora a enfrentarse a un gobierno en minoría, pese a que hasta ahora la relación entre los socios había sido razonablemente estable más allá de algunas discrepancias puntuales en este año de gestión conjunta. No obstante, el escenario apunta a complicarse a partir de ahora, dado que el propio Abascal ha recalcado que también retiran "el apoyo parlamentario" al PP.