ALICANTE. Banderas rojigualdas, intento atisbar alguna enseña europea pero los aquí presentes no ven a España como una región comunitaria sino como un Estado independiente de la casa bruselense; no quieren que los suecos les digan a los españoles como tienen que montar los muebles y ordenar su hogar. Café Quijano ameniza la espera en el Paseo de Canalejas de Alicante, mientras los protagonistas se resguardan en una furgoneta negra escoltada por unos centinelas como los que han protegido a Santiago Abascal desde su juventud en Euskadi. Al salir, yendo camino al escenario, un driver con aparente acento argentino grita “hay que echar a los zurdos”. Las risas sazonan la sintonía épica que ejerce de telonera de los discursos conservadores.
Una vez todos acomodados (Jorge Buxadé se encargará en su intervención de sacar la linterna en la sala cual cine de verano para verificar que todos vislumbran confortablemente el escenario), Ana Vega, diputada autonómica y presidenta de Vox Alicante, tira de orgullo alicantino para después cargar duramente contra el resto de formaciones, incluido el Partido Popular, al que llama estafador en un éxtasis catártico que le produce una amnesia que le hace olvidar que con esas siglas gobierna en la Generalitat Valenciana. Vega calienta el ambiente cargando contra Pedro Sánchez, el anfiteatro coge temperatura y algunos se desahogan calificando al presidente del Gobierno de "hijo de puta"; un hombre va más allá cagándose en sus muertos, tomándose una revancha quizá por las exhumaciones del Valle de los Caídos. "El 9 de junio nos jugamos mucho, muchísimo, porque solo Vox defiende nuestro campo, defiende la pesca, nuestra industria y nuestra soberanía industrial frente a la coalición de estafadores que son el Partido Popular y el Partido Socialista; porque solo Vox defiende la seguridad en nuestros barrios, no queremos la España de los machetazos, queremos fronteras seguras para que nuestros hijos estén seguros en nuestras calles, y nuestra libertad, sin imposiciones ni delirios climáticos", ha concluido.
Sale al ruedo a torear Vicente Barrera recordando tardes gloriosas. Acusa al Partido Popular de ir de la mano de los socialistas, de los comunistas y de los verdes (no se refieren a sí mismos, aunque el color corporativo de Vox tenga esa tonalidad); se olvida, al igual que Ana Vega, que ellos también son escuderos del PP. Ha estado inspirado, cómo los viejos tiempos vuelve a casa con dos orejas y sale en hombros de la plaza levitando en vanidad por los aplausos de los asistentes. Barrera ha expuesto que en estos comicios hay "dos opciones": "Las políticas que dice Vox o defender cualquier otra política". "Da igual lo que votéis; si no votáis a Vox, da igual que votéis a los comunistas a los verdes a los socialistas o al grupo popular", ha señalado, y ha atribuido esta reflexión al dirigente 'popular' Esteban González Pons, a quien se ha referido como "uno de los grandes gurús del Partido Popular Español, que es gurú en Europa y donde les representa con mucha fuerza, paisano nuestros para más señas". "El Grupo Popular Europeo, donde está el Partido Popular, vota el 90% de las iniciativas junto con comunistas, socialistas y de los verdes. Van de la manita a todos lados", ha reprochado.
Tras su talante fraternal de padre de familia preocupado por las necesidades de los acólitos, Jorge Buxadé globaliza el discurso marcando los aspectos comunitarios del discurso. Reseña problemáticas que a muchos de los españoles les quitan el sueño, habla de las inquietudes que seguramente a más de uno le habrán quitado el sueño; el espejo en el que refleja la situación patria se vuelve cóncavo al sacar a relucir el esperpento retrospectivo de los campos de concentración comunistas.
Santiago Abascal cierra al acto con la moral alta, con sus seguidores pletóricos, con la vitola de yerno ideal a ojos de las madres presentes. A diferencia del Partido Popular se acuerda de los líderes europeos, proyecta el discurso pensando en lo que ocurre y se decide en Bruselas, marca distancias con un Feijoó que ve en estas elecciones una segunda vuelta de las generales, un plebiscito contra Pedro Sánchez. El líder de Vox atribuye la mención la hipotética moción de censura a las elecciones al Parlamento Europeo de este domingo "porque no puede hablar de Europa". "Por eso ahora está con la cantinela de la moción de censura y de la amnistía", ha agregado, antes de recordar que Feijóo ha obviado la medida de gracia durante la campaña para las catalanas.
Termina con un Viva España y con el himno nacional poniendo el broche patriótico de un discurso que apropia del orgullo español ante la incomparecencia de otros.