Foto: JESÚS HELLÍN / EUROPA PRESSVALÈNCIA. La aparición de un caso positivo dentro de un aula tras la vuelta a clase no es una posibilidad en absoluto remota. La covid-19 sigue ahí y, a pesar de las medidas de seguridad e higiene establecidas por los centros educativos, no hay nada que impida un contagio de estudiantes y profesores fuera de estas instalaciones compartidas durante horas con otros estudiantes y personal docente. Ante la confirmación de contagio, son varias las cuestiones a plantear acerca de su aislamiento y, sobre todo, de la situación de las personas con las que han estado en contacto en el colegio o instituto.
La cuarentena para el caso confirmado y para sus contactos en clase es la solución que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, planteó en la Conferencia Sectorial de este jueves junto a la ministra de Sanidad, Isabel Celaá; la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, y los consejeros de Educación y Sanidad de las comunidades autónomas. Todo ello, mediante la presentación de la Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos, de Sanidad, que será revisada la semana que viene ante la solicitud de algunos consejeros de salud.
De esta manera, a los alumnos o alumnas que desarrollen síntomas en clase se les impondrá un aislamiento en su domicilio hasta la confirmación mediante una prueba. En caso de dar positivo, la cuarentena domiciliaria se mantendrá hasta transcurridos tres días desde la fecha de la resolución del cuadro clínico y un mínimo de diez días desde el inicio de los síntomas, como especifica la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control del Ministerio de Sanidad.
En esta línea, y tal como establece la Guía, si una persona desarrolla síntomas en clase deberá ser trasladada con una mascarilla quirúrgica a un espacio separado para, posteriormente, advertir a las autoridades sanitarias. El encargado de llevar a cabo esta notificación será el responsable covid-19 del centro educativo, una figura que todos los colegios e institutos tendrán que tener para un mayor control de la situación y prevención sanitaria.
Con el caso confirmado y como añaden los dos documentos, se ha de proceder a la definición de sus contactos "estrechos" en el centro para imponerles un periodo de cuarentena de 14 días a contar desde el último contacto con el caso. Por "estrechos" se alude a todas las personas pertenecientes al grupo del estudiante positivo.
Así pues, si se trata de un grupo burbuja -máximo 20 estudiantes-, la clase entera deberá permanecer en cuarentena, mientras que si no es un grupo de convivencia estable se deberán analizar los contactos mediante los criterios de la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control para establecerles solo a ellos el aislamiento.
Para su identificación, se considerará a las personas que hayan estado en el mismo lugar que el positivo a una distancia menor de dos metros y dentro de un periodo de dos días antes del inicio de síntomas del caso hasta el momento que es aislado. Asimismo, también se recomienda la realización de PCR a estos contactos en el momento de su detección como "estrechos" con el objetivo de detectar nuevos contagios en el momento .
Frente a este aislamiento, se proveerá a las familias de la información adecuada para el cumplimiento de las medidas de cuarentena, higiene de manos y respiratoria, así como las señales para la identificación precoz del desarrollo de síntomas compatibles con el virus.
Todo ello, con la finalidad de poder seguir con las actividades docentes de forma "normal, extremando las medidas de precaución y realizando una vigilancia pasiva", según estipula la Guía de actuación ante la aparición de casos de covid-19 en centros educativos.
Si el positivo es de un trabajador del centro, la Guía estipula que debe ponerse en contacto con su Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, el centro de salud o con el teléfono de referencia de la comunidad autónoma, y seguir sus instrucciones. Si esta diera positivo en la prueba, se procedería a la identificación de sus contactos "estrechos" del mismo modo que se realiza con los alumnos contagiados.
Por lo que respecta al contacto del personal con estudiantes confirmados positivos, el documento indica que la valoración de su exposición se establecerá en función de la evaluación específica del riesgo de cada caso, valorando el correcto seguimiento de las medidas de prevención y la utilización de elementos de protección, es decir, el mantenimiento de la distancia física y uso de mascarillas.
Asimismo, la Generalitat no se ha planteado hacer PCR "ni ningún tipo de prueba" a todos los profesores ante el inicio del curso escolar, ya que las pruebas se harán "cuando se necesiten, se determinen y se considere que son necesarias", según señaló la consellera de Sanidad, Ana Barceló, este jueves en rueda de prensa.
De hecho, ha advertido de que notificará a cualquier ayuntamiento que anuncie pruebas masivas de ese tipo a trabajadores, como en este caso, dependientes de la administración autonómica, que "no tiene esa competencia".
El Gobierno considera que el cierre de centros educativos debe ser el "último recurso" en caso de brotes en las instalaciones, por lo que solo se propondrá en situaciones de brotes con transmisión no controlada y con un número mayor de lo esperado en un territorio específico.
Así lo pone de manifiesto la 'Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos' preparada por el Ministerio de Sanidad y actualizada a 27 de agosto. En ella, además, se plantean cuatro escenarios de brotes en los centros, siendo el cuarto de ellos el expuesto anteriormente.
El primero es el de brote en un aula -tres o más casos-, mientras que el segundo es el brote en varias aulas aulas sin vínculo epidemiológico. En ambos casos si los positivos pertenecen a un grupo estable de convivencia, se suspenderá la actividad docente hasta transcurridos 14 días desde el inicio de la cuarentena de los contactos.
En el escenario tres, si hay brotes en varias aulas con vínculo epidemiológico se estudiará la relación existente entre los casos y, si se demuestra la existencia de un vínculo epidemiológico y que no se han podido mantener las medidas de prevención e higiene, se valorará la extensión de la cuarentena y suspensión de la actividad docente de otros grupos hasta transcurridos 14 días desde el inicio de la cuarentena. Esta actuación también puede conllevar cierre de líneas completas, ciclos o etapas educativas.
En la Conferencia Sectorial también se han establecido otras medidas para la vuelta a clase como la toma de la temperatura al alumnado antes del inicio de la jornada, ya sea desde el centro educativo o desde el domicilio del estudiante. En el caso de hacerlo en casa, los progenitores o responsables del alumno o alumna deberán hacer llegar una declaración responsable por la que se acredite que este no tiene fiebre.
Asimismo, otra medida establecida es el mantenimiento de los centros educativos abiertos durante todo el curso escolar con el servicio comedor y el servicio de apoyo a menores con necesidades especiales y en situación de vulnerabilidad. Junto con ello, el uso de la mascarilla será obligatoria a partir de los 6 años con independencia de la distancia de seguridad, a la vez que se organizarán grupos estables hasta segundo de Primaria y lavados de manos cinco veces al día.
