VALÈNCIA. València dejará de ser Capital Mundial del Diseño en unos días, ¿o no del todo? Hace tres años que la World Design Organization (WDO) seleccionó València para ostentar el título, un camino que no ha sido sencillo, con una pandemia de por medio que obligó a cambiar los planes iniciales. Finalmente llegó un 2022 en el que se ha desplegado un ambicioso proyecto que ha salpicado toda la programación del año, un curso que ha visto nacer proyectos como el Consell del Disseny o la fundación que tomará el relevo en enero de 2023. Su principal objetivo será poner en marcha un Centro del Diseño ideado para La Marina, un proyecto al que le está costando más de los esperado afianzarse. A unos días de cerrar el año, es momento de hacer balance de lo bueno y lo malo, de los aciertos y las cuentas pendientes, de la Capitalidad, una revisión -cargada forzosamente por el aspecto de la gestión- que hacemos de la mano de su director, Xavi Calvo.
-En unos días València dejará de ser Capital Mundial del Diseño, ¿cuál ha sido el gran éxito?
-Uno de los grandes triunfos ha sido situar al diseño como parte del debate público, y de los menos esperados, porque creía que iba a costar más. En 2020 ya habíamos hecho mucho ruido, de hecho hubo gente que pensaba que ese año éramos Capital del Diseño, y cosas que pasaban en la ciudad se vinculaban a ella. Para bien y, por suerte, también para mal. Titulares cómo: Cómo una Capital del Diseño se permite esto o lo otro fue algo positivo, porque la gente empezaba a valorar lo que es el diseño. Esto me parece un ejercicio muy bueno. Estamos más rodeados de mal diseño que de buen diseño, con lo cual es un ejercicio muy natural que nos demos cuenta. Ahí es dónde hemos evolucionado mucho.
-¿Y qué cuenta pendiente le queda?
-Creo que el sector profesional es el que tiene que entender de otra manera esta Capital Mundial del Diseño: no hay un beneficio inmediato, el tiempo va a situar todo en su sitio. El trabajo que se ha hecho para poner el diseño en un mapa, también mental, de la gente, es importante. El sector profesional debe entender que València ya está en ese mapa internacional de la creatividad y del diseño y ellos tienen que hacer por su parte, utilizarlo como estrategia. Pero no es algo inmediato.
-En este sentido, también hay algunas críticas, hace unos días Pedro González hablaba de ese "corazón partido" con la Capitalidad. Sobre la cuestión de retorno inmediato que mencionabas, el avance del informe con Econcult de impacto de la Capitalidad reflejaba que no estaba siendo especialmente relevante en los despachos.
-Me gustaría conocer cuál era la expectativa. No se puede esperar que el retorno inmediato sea que me contraten a mí todo, algo que he llegado a oír. Lo que hemos querido, precisamente, es diversificar. Hemos trabajado con muchos diseñadores valencianos y de otras partes de España. No creo que nadie pueda tener queja. Se ha diversificado desde el minuto cero, se han hecho llamadas públicas a proyecto, en las que nos llegaron un millar de propuestas. Ojalá hubiese existido la posibilidad de hacer un millar de actividades y que hubiese sido, no el año, la década del diseño. Yo creo que se ha hecho más de lo que se podría haber imaginado en 2020. Espero que en unos años podamos mirar atrás y ver que esto supuso un cambio absoluto.
"se ha intentado que hubiese una cesión de la base de iberdrola para la Fundación del Diseño. A día de hoy no ha llegado a ocurrir, sigue todo parado"
-Uno de los proyectos más visibles ha sido la construcción del Ágora en la plaza del Ayuntamiento, una estructura efímera que, más tarde, se anunció en 2023 se trasladará a La Marina. El destino final todavía no se conoce, ¿dónde se va a instalar?
-El desmontaje está previsto para el primer trimestre de 2023, para no molestar con vacaciones de Navidad y no llegar a Fallas, la mayor problemática que había, aunque ha habido muchas voces que querían que se quedase [en la plaza del Ayuntamiento]. Hay dos o tres ubicaciones posibles en La Marina de València que hay que acabar de decidir. Algo muy bueno que tiene La Marina es esa idea de espacio abierto, este será uno nuevo para desarrollar actividades.
-Tenemos el contenedor, ¿cuál será el contenido?
-Una vez pase a La Marina ya entrara en sus contenidos. Nosotros como Fundación del Diseño ahí seguimos, pero no me puedo meter en su estrategia de comunicación contenidos y programación. Si de mi dependiese podríamos volcarlo hacia la innovación, la economía del conocimiento y el diseño, que son las otras patas sobre las que se articuló La Marina, y así complementar a la Pérgola como zona musical.
-Para lo que sí había sede era para el Centro del Diseño, la base de Iberdrola, ¿los cambios en la gestión de La Marina han cambiado su futuro?
-La Marina es muy importante para el futuro de la Capital del Diseño y de ese Centro del Diseño, pero no solo, La Marina es muy importante para el futuro de toda la ciudad. Posicionarla en innovación y diseño es la clave y ahí es donde queríamos jugar ese papel, ser un epicentro del Design District València. Hace ya como dos años que se proyectó el Centro: estuvo primero en el Consorcio de La Marina y luego pasó a Autoridad Portuaria, con quienes ya nos hemos reunido. A partir de ahí se ha intentado que hubiese una cesión del espacio para la Fundación del Diseño. A día de hoy no ha llegado a ocurrir, no hace falta que hable de todos los movimientos que hay, sigue todo parado. La última solicitud fue dirigida a Autoridad Portuaria para ver si colaboraría con esa cesión directamente, sin cobrar alquiler. La Fundación ya hace tiempo que dijo que se quería hacer cargo del edificio y de su puesta a punto, pero con una cesión de espacio. Autoridad Portuaria no lo entendió así. Hace ahora un mes que se solicitó por última vez esa cesión, que sigue en la mesa. El modelo de Autoridad Portuaria es un alquiler que no puede asumir ni la Fundación ni la Capitalidad, por eso se solicitó la cesión.
"La fundació del disseny la formará una reducción del equipo de Capital Mundial"
-Está parado el proyecto físico del Centro, pero, ¿y el proyecto intelectual?
-Lo que ha avanzado es la Fundació del Disseny. Al final el Centro del Diseño era ese techo, esa casa, para la fundación, con muchos otros agentes, como es el Arxiu Valencià del Disseny. Pero sin saber dónde vamos a estar ubicados, qué capacidad vamos a tener para desarrollar residencias internacionales, para el proyecto de sala de exposiciones que era la primera piedra del museo... todo está absolutamente parado sin saber dónde va a ser ese Centro del Diseño. Aún no nos han dicho un no definitivo desde Autoridad Portuaria, a partir del 1 de enero de 2023, ya como fundación, tomaremos decisiones.
-¿Tenéis plan B para el espacio?
-No hemos buscado otro espacio, hasta hoy hemos tenido un compromiso absoluto con La Marina de València para poder continuar, porque lo que tiene sentido es esa base, es el epicentro del distrito de la innovación y la creatividad. No tendría sentido ahora buscar otro emplazamiento con ese proyecto de distrito.
-En el caso de no obtener la cesión, ¿se desechará el proyecto?
-No, el Centro de Diseño es un paso más que tenemos que dar. Ese es el objetivo número uno de la Fundación del Diseño.
-La Fundació del Disseny tomará el relevo de la Capitalidad, ¿qué equipo la formará y con qué presupuesto nace?
-Para ser muy cautos y acogernos al presupuesto que tenemos, viene a ser una reducción del equipo de Capital Mundial del Diseño. La Capital ahora está levantando el pie del acelerador para que la Fundación coja su lugar, sabiendo que la Capital estará coleando unos meses, porque tenemos compromisos con la World Design Organization. El equipo mínimo se está acogiendo al presupuesto que acabamos de conseguir. Digo que acabamos porque tenemos una pequeña partida solicitada en los Presupuestos del Ayuntamiento de València 2023. Del Ayuntamiento habrá una pequeña partida, pero nosotros también hemos sabido jugar con Capitalidad para ver cómo podíamos continuar con las partidas de legado, que es parte del proyecto. Tenemos ciertos remanentes que permiten que pueda funcionar un equipo mínimo. Vamos a tener un equipo mínimo acoplado al presupuesto que hemos obtenido, en la parte pública solo es el Ayuntamiento, y buscaremos otras líneas de financiación. Hemos solicitado reunión con Presidencia de la Generalitat, que nos ha ido derivando a la Conselleria de Hacienda. Tenemos pendiente exponerles el proyecto de Fundación, también con la Diputación. Hay que entender que esto ya es una entidad del diseño, no la agenda de eventos que era Capitalidad.
-Estamos hablando de instituciones públicas, ¿dónde queda la financiación privada?
-Nuestro modelo de financiación privada habría sido mucho más interesante si hace dos años el Centro del Diseño hubiese sido desbloqueado, porque puedes ofrecer más contraprestaciones. Ahora estamos refundando el propio modelo de financiación privada. Capital Mundial del Diseño lo que se ha asegurado es de que la fundación podía ponerse en marcha. A partir del 1 de enero 2023 entrará todo ese plan de financiación privada que necesita la fundación.
-Echará a andar, en cualquier caso, principalmente con financiación pública. ¿Teméis que esa dependencia genere una estructura más débil?
-Entre esos remanentes también tenemos de empresa privada que han sido colaboradores y alguno ya se ha puesto a trabajar con la Fundación. Evidentemente no podemos funcionar por subvenciones, sería un modelo muy peligroso, tenemos que seguir insistiendo en la financiación privada. Venimos de un momento mal viciado por la pandemia que fue nefasto. Esto es algo que lo hemos repetido muchas veces. Fue horrible, pero tuvimos la gran suerte de contar con ese compromiso público. Ahí demostramos que la Capital Mundial del Diseño se amoldaba, algo que es parte del proceso del diseño, por ejemplo de cara a la pandemia. Nunca se abandonó el proyecto. Lille fue Capital en 2020 y canceló su plan. Nosotros, solo con la comunicación, ya situamos el proyecto. Ahora vamos a asegurar un mínimo de fundación para, en seguida, trabajar en un proyecto que tiene un plan que mira a 2028.
-Esta semana se ha celebrado el segundo encuentro del Consell del Disseny, uno de los grandes proyectos impulsados desde la Capitalidad, ¿en qué se ha avanzado?
-Con el Consell del Disseny estamos trabajando en definir un modelo de ciudad, el papel del diseño y sus criterios transversales. Hemos ido listando cuáles son los elementos de diseño que configuran una ciudad (equipamiento de descanso, iluminación, servicios...), también de qué servicios municipales dependen, y vamos a centrarnos en a través de qué elementos se configura ese diseño de ciudad. ¿Qué es ciudad?¿es un Ayuntamiento?¿un espacio público? Es todo, y ahí entran las personas. Pero las personas a veces no detectan que el diseño es el responsable de sus problemas. En una de las primeras definiciones de diseño que trabajamos hablábamos que el diseño trabaja en la interacción entre los objetos y las personas, por tanto también entre los problemas y las personas. Y la fortaleza de los diseñadores es poder dar forma a las cosas.
Esta evaluación en la que estamos trabajando desde el Consell nos permitirá entregar a principios de año un diagnóstico, y dentro de ese diagnóstico la perspectiva será amplia, no tanto solucionando propuestas muy concretas, cuyo trabajo sería interminable. Estamos estructurando contenidos en los que trabajar por temas: transitar, equipamiento, iluminación, zócalo urbano, señalización, arquitectura, patrimonio, comunicación, contratación o participación ciudadana. ¿Cómo incide el diseño? Este Consell es muy interesante no solo por el impacto que pueda tener en la vida de la gente sino desde un punto de vista de las políticas públicas, para ver cómo desde una cuestión transversal se puede influir en cuestiones como un departamento técnico de un Ayuntamiento.
"el diseño trabaja en la interacción entre los objetos y las personas, por tanto también entre los problemas y las personas"
A través de nuestro taller del martes con Avalua Lab ayudaremos al Consell del Disseny a hacer una evaluación que justifique su utilidad y necesidades ligadas al ámbito de las políticas públicas. Identificaremos por qué un órgano como este pone en valor las políticas de diseño que se impulsan desde las áreas municipales. En las próximas reuniones seguiremos definiendo los indicadores para medir el impacto de las acciones de este Consell sobre la Ciudad.
-Se ha creado un Consell en el Ayuntamiento, aunque también se habló en su día de integrar el diseño el la arquitectura autonómica, ¿habrá Consell del Disseny en la Generalitat?
-La última solicitud de reunión con la Generalitat se nos ha emplazado para ver este futuro del diseño con la Conselleria de Hacienda y veremos cómo desde Fundación se puede seguir colaborando ahí. Igual que el Ayuntamiento de València quizá ha tenido más a bien ver esta sensibilidad de crear un Consell del Disseny y saber estar en una pandemia reaccionando desde el diseño, Generalitat tenía más claro seguir haciendo sus procesos de llamada a profesionales en las campañas y lo ha interiorizado de otra manera. [Que haya un Consell autonómico] dependerá de estas reuniones ya como Fundació del Disseny. Creo que hemos vivido cosas históricas este año y crear un Consell del Disseny en la ciudad es un logro que podríamos haber dejado como objetivo a futuro y nos podíamos haber dado con un canto en los dientes. Todo esto se ha conseguido en dos años, algo que se podría haber marcado en un plazo de diez, como hizo Helsinki. Estamos logrando hitos en menos de la mitad de tiempo que ellos.
-Otro de los proyectos clave de este año ha sido el World Design Street Festival, como paraguas de las grandes citas del diseño en la ciudad ¿el objetivo es mantener la marca?
-Teníamos Hábitat y Cevisama, dos de las grandes ferias internacionales más vinculadas al diseño, que no acababan de salir del reciente ferial. Luego teníamos una Valencia Disseny Week, el asociacionismo, que intentaba hacer desde la ciudad. Esa unión se ha dado con la Capital Mundial del Diseño, en la que todos hemos querido remar a favor. Ahí se ha dado el big bang en el que se han sumado esos recursos, creando un programa que podría mirar de tú a tú a cualquier otra gran evento internacional. Aún hoy, en diciembre, tenemos coletazos en prensa internacional de lo que fue ese festival, con lo cual ahí garantizamos que ha sido un éxito. Hay que continuar con ello. Gracias a la buena relación que tenemos con Feria Valencia vamos a seguir en ello no solo para Feria Hábitat sino, como decía, para Cevisama. València está siendo coherente consigo misma, siempre ha sido una ciudad de diseño y ahora está explotándolo, muy intensamente en la semana de septiembre, pero también el resto del año.
"La Capital no quería hablar tanto de estrellas y diseñadores como de diseño como una herramienta de cambio social"
-Cuando hablamos de diseño en València casi siempre mirábamos a los 80, ¿ha sido 2022 un espejo de esa época?
-En esos años 80 mucha efervescencia creativa y unos políticos sensibles con ello. Eso se ha dado ahora. Ha habido una sensibilidad política que es la que ha hecho que seamos designados Capital Mundial, sin eso no había ocurrido. Era el momento adecuado en el lugar oportuno. Esos 80 eran los preparativos de la Capitalidad, pero ahora ya no era ese '¿diseñas o trabajas?' de los 80, sino que la ciudadanía hora sí que ha entendido que no iba por algo frívolo. Hemos conseguido entre todas y todos acabar con esta idea de frivolidad, viendo el diseño como algo que puede mejorar muchos aspectos sociales. Ahora hablamos de sostenibilidad de igualdad, de diversidad... Esa manera de actuar la hemos verbalizado. La Capital Mundial del Diseño no quería hablar tanto de estrellas y diseñadores como de diseño como una herramienta de cambio social. Y eso se ha conseguido.