Una relación pasional con los toldos que se inició cuando el artista urbano guardó uni durante cuatro años a la espera de darle uso. El descubrimientos de las señales que ofrece para una ciudad muy soleada
VALÈNCIA. El artista urbano LUCE tiene un toldo de cinco metros en el comedor de su casa. Nada extraño, diréis. Nada extraño. Lo encontró caminando al lado de la basura y se dijo: este toldo me será útil. Aunque todavía no sabía para qué. Así que el 19-11-2016 lo guardó sobre una caseta. El pasado 19-11-2020, escogiendo la misma fecha para simbolizar el recorrido de toda una legislatura personal, recogió el toldo. Y entonces todo comenzó a cuadrar.
La València de los últimos años se entiende un poco mejor siguiendo a LUCE. Sus dedos, aparentemente distorsionando la obviedad, señalan lo que, teniendo delante, no vemos. Moldear las formas que nos rodean, resignificarlas, para encumbrar nuevas perspectivas. Creo que en realidad lo que pretende es que rebajemos de una vez este ritmo endemoniado que termina por hacer invisible la cotidianidad urbana.
#Toldocracia. El toldo es un elemento relevante en una ciudad soleada como València. El toldo cubre pero el toldo también informa. Protege. Sitúa el pantone de una ciudad. Al fin, es un baremo de la calidad de las urbes. ¿Acaso no podríamos con la tela de los toldos de los bajos comerciales abandonados cubrir kilómetros de asfalto como en una alfombra frenre al olvido?
Y un poco con la curiosidad de quien olfatea lo que no conoce, conectó con el toldo. Éste, aquel, el de más allá. El proyecto Toldo.
LUCE, ¿cómo comenzó lo tuyo con los toldos?
LUCE: El primer toldo en el que me fijé, estaba fuera de lugar. Estaba colocado encima de una ‘puerta de garaje’ y era tan pequeño en relación a la puerta, que no parecía que tuviera gran utilidad. Me sacó una sonrisa, le hice una foto y me hizo pensar.
Hay veces que, para prestar atención a algo, hay que sacarlo de contexto. O situarlo en un lugar ridículo. A partir de ahí, empecé una familia de ideas entorno a él.
¿Por qué el toldo es un baremo de nuestra realidad?
LUCE: Existen multitud de elementos, de objetos para analizar el contexto, o el lugar donde uno vive. Un toldo, una farola, una valla publicitaria… A partir de un toldo, se pueden sacar conclusiones que van desde el recorrido del sol a si estamos en una calle estrecha o una gran avenida o el tipo de género que se vende en el interior (¡me encantan esos escaparates con todos esos productos descoloridos!).
Pero son las telas lo que más interés me despiertan. Cuando un domingo despliego un toldo de un local en uso, apenas tengo que hacer esfuerzo, la tela se desenrolla con facilidad… Una vez desplegado puedes averiguar su posición habitual, las partes descoloridas son las que más tiempo han estado expuestas mientras las que permanecen enrolladas tiene colores más vivos. El sol es un buen chivato.
En una ciudad como València, por nuestro clima, un toldo está directamente relacionado con el sol, pero… ¡no hay que olvidar que también nos puede proteger de la lluvia!
Y te pones a abrir toldos.
LUCE: Sí, empecé fotografiándolos… luego me fascinó la idea de abrirlos y cerrarlos. Es increíble cómo se modifica una calle simplemente con desplegar los toldos. El espacio que ocupan sin interrumpir tu caminar. Me compré una palo abretoldos de segunda mano. Me he encontrado dos, y me he construido uno.
También he pensado los toldos como espacios, donde tener ‘intimidad’. En lugar de salir a la calle con un paraguas, salir con un palo abretoldos, e ir abriéndolos hasta llegar a tu destino intentando mojarte lo menos posible.
Hay muchas cosas que me gustaría seguir haciendo con ellos…
¿Como lo de hacerte un vestido con un toldo?
LUCE: Está acción fue una de las primeras ideas que tuve. La idea era reutilizar o convertir una tela que iba a terminar en la basura en algo ‘útil’. O al menos que la acción fuese de utilidad. No me interesaba tanto el resultado vestido, de hecho funcionó más para acercarme a la gente en una lógica racional.
A día de hoy me siento tan cómodo con la creatividad y con mi entorno… cada vez hay más gente que entiende mi manera de trabajar y eso hace que mi trabajo avance hacia lógicas más complejas. Con esto quiero decir que, ahora mismo, me encuentro rectángulos de toldos, sin necesidad de ser convertidos en nada.
Los propios trozos ya dan información y eso es lo que me interesa.
Hay una acción que habla muy bien de ese cambio de paradigma. Fue recuperar un toldo que había escondido en el techo de una caseta. Lo encontré en la basura y de camino a casa, dije: ¿qué voy a hacer con esto? El proyecto Toldo no tenía la consistencia de hoy así que cuatro años más tarde lo he recuperado haciéndolo coincidir con el mismo día que lo dejé. 19-11-2016. 19-11-2020.
Así que ahora tengo un toldo de 5 metros en el comedor de mi casa.
¿Qué más has aprendido de los toldos?
LUCE: Sobre todo puedo decir que de lo más banal, como puede ser un toldo, aparentemente con una función tan concreta, puedes descubrir y despertar interés por cosas muy diversas. He visto abrir toldos con una habilidad increíble o que sin la forma que tiene el palo nunca lo abrirías. ¡Y hay gente a la que le han vendido más tela de la que necesitaba!
En todo este tiempo, ¿cómo ha cambiado tu mirada al espacio urbano?
LUCE: Bueno, con los años mi trabajo ha ido hacia una relación con la ciudad cada vez más sutil y aparentemente insignificante.
Empecé pintando graffiti en una idea de añadir más información, añadiendo más materiales. A día de hoy mis intereses consisten en generar nuevas asociaciones sobre elementos que ya existen o incluso añadir información pero restando materia.
Una misma ciudad puede ser tan distinta según el interés o las preocupaciones que tengas por ella...