VALÈNCIA. (EP) El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido este martes ante el Pleno del Congreso que compañías españolas como Porcelanosa dejen de hacer negocios en Rusia por su invasión al país que preside.
Durante su intervención ante el Pleno de la Cámara Baja, al que se ha dirigido de forma telemática, Zelenski ha celebrado que "muchas compañías españolas han parado de funcionar en Rusia" y ha querido "agradecer" el apoyo a estas compañías, al pueblo y a la sociedad.
Pero al mismo tiempo se ha dirigido a algunas compañía, entre las que ha citado a Porcelanosa, radicada en Vila-real (Castellón), para "que dejen de hacer negocios con Rusia", ha reivindicado, poniendo énfasis en que el Ejército ruso está cometiendo "crímenes de guerra contra la humanidad".
Por ello, el presidente de Ucrania ha pedido "sanciones contundentes", que el resto de países europeos dejen de comprar petróleo a empresas rusas y dejar de hacer negocios con bancos de este país. "¿Cómo podemos permitir que bancos rusos generen beneficios mientras que están torturando a gente civil?", se ha preguntado.
Ante las acusaciones vertidas por Zelenski, la multinacional ha respondido con celeridad y ha señalado a través de las redes sociales que desde que comenzó el conflicto "no se ha iniciado ningún proceso de venta nuevo, bloqueando la totalidad de las transacciones comerciales con Rusia".
Además, Porcelanosa remarca que, desde el estallido del conflicto, el grupo empresarial ha llevado a cabo acciones dirigidas "a ayudar al pueblo ucraniano, en defensa de sus derechos humanos. Hemos realizado envíos de ayuda humanitaria, que incluían material sanitario, ropa y alimento".
La multinacional ha señalado que debido a la invasión militar, se informa que "continuamos y continuaremos brindando ayuda, apoyo y amparo a ciudadanos ucranianos que no pueden regresar a su país y que se encuentran actualmente aquí". en alusión a los refugiados.
Asimismo, en un comunicado posterior, Porcelanosa ha asegurado que en respuesta a la intervención que el presidente de Ucrania condenan "enérgicamente la invasión militar de Ucrania por parte del ejército ruso y la violencia ejercida contra la sociedad civil, cuyo último episodio en Bucha nos ha dejado profundamente consternados por la brutalidad ejercida sobre la población de la zona".
Desde que se inició el conflicto, el pasado 24 de febrero, Porcelanosa tomó la decisión "de paralizar cualquier actividad económica en Rusia donde no existe una red de distribución propia, como sí sucede en España, EEUU, Italia o Francia, entre otros". De este modo, la multinacional indica que la única acción comercial que ha tenido lugar en Rusia "responde al mínimo de los contratos fijados con los distribuidores multimarca antes de la guerra". "El mercado de Rusia durante el marzo representó solo el 0,009% de las ventas de la compañía, que en este país y durante ese ejercicio, computó a 197.000 euros", concluye.
Por otro lado, Zelenski ha equiparado la situación que atraviesa actualmente Ucrania con la vivida en la localidad de Guernica en 1937, bombardeada por la aviación alemana, durante la Guerra Civil española.
En su discurso, que han seguido diputados y senadores con subtítulos, el mandatario ha dicho que "estamos en abril de 2022" pero parece "abril de 1937", en la Guerra Civil española, cuando Guernica fue bombardeada por la Legión Cóndor alemana y su población tuvo que esconderse en sótanos como hacen ahora los ucranianos ante la invasión por parte de Rusia.
Zelenski ha venido haciendo menciones específicas a acontecimientos y situaciones históricas en los distintos países en sus discursos ante los Parlamentos con el fin de interpelarles a actuar frente a Rusia y su presidente, Vladimir Putin, como también ha hecho hoy en el caso de los españoles.
Así les ha querido poner en situación de lo que está ocurriendo y les ha pedido que se imaginen "a las madres que escriben con bolígrafo en la espalda de su hijo su nombre y un contacto de alguien cercano por si los ocupantes matan a los padres para que este niño tenga una pequeña posibilidad de ser salvado".
Igualmente, ha destacado que en muchas ciudades, como Mariúpol, donde el 90 por ciento de los edificios han sido destruidos, la población vive sin agua, sin comida y sin medicamentos y los muertos son enterrados en sus propios patios.
El presidente ucraniano ha advertido igualmente de que Rusia "no busca la paz" y no se quedará en Ucrania, donde quiere no solo acabar con el pueblo ucraniano sino con su "posibilidad de vivir sin dictadura" y de "elegir ser una democracia", sino que quiere acabar con la diversidad en "toda la región y en toda Europa".
"No sabemos cuánto puede durar esta guerra", ha reconocido, reclamando "sanciones lo más contundentes posibles" contra Rusia, criticando que se siga permitiendo que los bancos rusos generen beneficios, se siga comprando petróleo ruso o que algunas empresas europeas sigan comerciando con este país.
El mandatario ha dejado claro que lo que está en juego en su país no es solo su destino sino los valores que le unen con Europa como la democracia o los Derechos Humanos y ha conminado a "hacer todavía más para que Rusia empiece a buscar la paz, para que empiece a respetar el Derecho Internacional".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido con su homólogo ucraniano a seguir enviando equipamiento militar para que este país pueda seguir ejerciendo su legítima defensa ante los ataques de Rusia. Asimismo ha asegurado que España continuará aplicando "las más duras sanciones" contra el régimen del presidente Vladimir Putin.
Sánchez también le ha asegurado que España seguirá apoyando a Ucrania con "ayuda humanitaria" y con "asistencia financiera". Asimismo, ha hecho referencia a las "atrocidades" cometidas en ciudades como Mariupol y Bucha que ha calificado como "crímenes de guerra" que no pueden quedar impunes, según ha defendido. Sánchez ha reiterado que España apoya la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y sus fronteras reconocidas internacionalmente.
Finalmente ha querido trasladar un mensaje de "esperanza" a pesar de las semanas difíciles y tristes que todavía están por delante, según ha afirmado. En ese sentido ha añadido que la razón y la democracia "prevalecerán sobre la lógica de la fuerza y el autoritarismo de Putin".