Breve historia de la comunidad trans femenina en el fanzine

VALÈNCIA. En el mundo del cómic, tal y como lo refleja el libro blanco de autores, un 91% del sector editorial está controlado por hombres, un 5% por mujeres y -hasta el momento- no hay constancia de que una persona trans tenga un alto cargo editorial, menos una mujer. Sobre estos datos la autora y editora Ariel Montalbán -también conocida como Ariko- fundamenta los inicios de su charla El fanzine me salvó la vida. historia y apoyo de la comunidad trans femenina, un coloquio realizado en el marco de las Jornadas de la Ilustración de València en el que repasa su trayectoria y señala algunas de las mujeres trans referentes en la escena del cómic y el fanzine, aunque no figuren en ningún libro blanco. Tras más de diez años escribiendo e ilustrando historias Montalbán explica quien es a través de la escritura, donde encuentra el refugio en el que poder trabajar, expresarse y ser ella misma a pesar de que para el sector del cómic “las mujeres trans queden en el último peldaño siempre”.

En unas jornadas que durante el fin de semana del 10, 11 y 12 de mayo reflexionan sobre el cuerpo Ariko repasa en su charla la visibilización de las artistas trans en el mundo de la ilustración a partir de su propio ejemplo: Transition, un proyecto que le sirve para contar su historia como chica trans desde el fanzine. Fue durante la pandemia cuando este fanzine se populariza en redes sociales y comienza a recibir reconocimientos como el premio en el Salón Manga de Barcelona al mejor fanzine. En este trabajo, compuesto por una serie de cinco publicaciones, la autora explica su experiencia exponiendo situaciones y conversaciones reales en clave gráfica: “Hablo de la expresión, del cuerpo y hasta de como me dijeron que tenía que adelgazar para parecer más mujer”, explica la autora, quien confiesa que aunque Transition es su obra más conocida quiere salirse siempre de los mismos relatos:  “No quiero escribir siempre Transition ni una historia de drama me interesa más poder explorar otros relatos, he escrito también Guía Furry para pringados, un libro en el que abunda el humor negro y la ironía pero dentro de este sector se piensan que somos menos inteligentes y ambiciosas pero no nos dan una oportunidad para salir de la autobiografía”.

Respecto a la “ayuda inexistente” por parte de las editoriales Montalbán defiende que no siempre “se les toma en serio” a las mujeres trans o personas disidentes, y que muchas veces solo están interesados en los proyectos si tienen un tinte autobiográfico y una alta carga dramática: “Las editoriales deberían darse cuenta de nuestra situación recíproca porque la oportunidad no la tenemos nosotras, la tienen ellos desde arriba pero no nos toman en serio. Cuando una autora es inteligente no les interesa y si no puede contar una historia plagada de drama y drogas tampoco”, añade la autora, quien defiende que disfruta más escribiendo sobre otros géneros como le sucede en su publicación Guía Furry para pringados que cuenta con un tono de humor único. 

Con motivo de celebrar el talento valenciano Montalbán ha querido destacar en su charla la labor de la autora valenciana Rampova quien aún figura en su ficha de Tebeosfera con su deadname -el nombre que se asigna de nacimiento- y que no ha sido modificado: “Ella fue una de las pioneras en el mundo del fanzine en España y de las primeras que se atrevió a hacer fanzine autocrítico en la época del franquismo hablando sin tapujos sobre sexo y género, y aún figura su deadname por las redes, ese es el nivel de reconocimiento”.

Señalando a otros referentes Montalbán destaca a las autoras Jeffrey Catherine Jones, una autora americana trans nacida en los años 40 que trabajó en The Studio y Heavy Metal, Sophie Labelle, Emma Jayne, y Josephine Yole, autora de Mi adolescencia trans. Además ha destacado algunos de los sellos españoles trans como Porko Cómics y el suyo propio que lleva el nombre de su fanzine: Transition. Pequeños sellos desde los que hacer frente a los problemas generales que surgen desde las editoriales “más allá de los prejuicios generales que sufren las mujeres trans en el mundo laboral”. Contemplando los prejuicios en “versión cómic” señala como los sellos ponen muchos problemas a la hora de cambiar el nombre de una autora -y como intentan lucrarse de la obra publicada bajo el deadname-, el acoso que sufren en redes y la obligación a la autoficción: “Si no cuentas un drama autobiográfico tu historia no les interesa, no les gusta que escribas de aventuras o de historias felices, quieren historias dramáticas y cuanto más autobiográficas mejor”.

En reflexión a todo esto Montalbán ha querido concluir la charla resaltando que lo importante es usar el arte como herramienta para “llevar la sensibilidad”: “Usad vuestra pluma para luchar contra los prejuicios, no hay nada más importante que pedir ayuda cuando una lo necesita”. Como solución al problema editorial actual y al bloqueo creativo propone la creatividad e imaginación como ayuda en los peores momentos, creer en una misma y en los proyectos: “Es muy precaria la situación de las mujeres y es una batalla muy dura, las editoriales no se paran a observarte y es algo desconcertante y frustrante a partes iguales”, añade la autora, quien aunque admite que se encuentra en un momento frustrante en el que le cuesta vivir del dibujo contempla un escenario futuro en el que las editoriales trabajan “más desde la empatía”.