Fernando Giner invita a los socialistas a tumbar la decisión del alcalde en el pleno con los apoyos de PSPV, PP y Ciudadanos, opción que rompería la unidad de voto del Govern de la Nau
VALENCIA. El alcalde de Valencia y líder de Compromís en Valencia, Joan Ribó, tuvo este miércoles su segundo enganchón en 15 días con la portavoz del PSPV, Sandra Gómez. En esta ocasión el tema del desencuentro ha sido el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un tributo que los socialistas pretendían rebajar para tener un gesto con el pequeño comercio.
La primera disputa tuvo lugar a principios de mes y se saldó del lado de la socialista, que se salió con la suya con el reparto de las competencias, manteniendo las que ostentaba su predecesor, Joan Calabuig. Fue un claro 1 - 0 para Gómez en su primer tira y afloja con Ribó, y tal vez por este motivo el alcalde ha pasado al ataque en busca de empatar el partido.
En esta línea, y con la ayuda de València en Comú, Compromís tumbó este miércoles en la Junta de Gobierno Local la rebaja en el IBI planteada por el PSPV. El concejal de Hacienda, el socialista Ramón Vilar, se mostró proclive desde el principio a atender la reivindicación de la patronal del pequeño comercio Cecoval, que defiende que la subida del tributo -vigente desde el presente 2016- ha salpicado a miles de pequeños comerciantes de la ciudad.
El alcalde, por contra, sostiene que la subida del IBI hace "pagar más a los que más tienen". En concreto, los inmuebles afectados por el incremento del impuesto son aquellos con un valor catastral de más de 250.000 euros, un umbral que Cecoval pedía elevar a un millón de euros "para dar un 'respiro' a 1.266 microempresas y pymes valencianas".
Lejos de atender a esta demanda, Compromís no se movió un sólo milímetro este jueves. La formación de Ribó rehusó incluso un pacto de mínimos propuesto por Vilar esta semana con el que se habría elevado a 350.000 el valor catastral de los inmuebles exentos de la subida -un aumento que el pequeño comercio cifra en alrededor del 40% del recibo-.
La respuesta oficial de Sandra Gómez consistió en echar pelillos a la mar. La dirigente restó importancia al asunto e hizo hincapié en que coinciden "al 99%" con sus socios de gobierno, todo pese a defender que el cambio propuesto por Vilar sólo habría supuesto que el Ayuntamiento dejara de ingresar 200.000 euros.
Sin embargo, fuentes socialistas trasladan a este diario que lo ocurrido este miércoles va más allá de la postura de ambas formaciones sobre el IBI. En esta línea, miembros del PSPV consideran que el alcalde se enrocó, simplemente, para devolver el golpe a su socio de gobierno y contrincante político.
¿Gol de Ribó entonces? ¿Empate a uno? Pues aún está por ver, porque el PSPV todavía podría tener ocasión de anular el tanto. Al menos así lo sugiere Ciudadanos, que este miércoles volvió a ponerse a disposición de los socialistas para, junto al PP, dejar en minoría a Compromís y València en Comú en materia tributaria.
"Los que no creemos en la subida de impuestos somos más que los que creen en la subida de impuestos. Si sumamos los concejales de PSPV, PP y Ciudadanos demostramos que somos 21concejales respecto a los 12 de Compromís y Podemos", subrayó el portavoz de ciudadanos, Fernando Giner.
Así las cosas, todo apunta a que el escenario final de esta disputa será el pleno municipal del próximo jueves 29, en el que el PSPV podría tener que hacer frente a una compleja disyuntiva: dejarse encajar el tanto por el bien del acuerdo de legislatura o anotar el 2 -0 rompiendo la unidad de voto del Govern de la Nau.