Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Las empresas que trabajan en la peatonalización y reforma de la Plaza de la Reina prevén que las obras no finalizarán en abril de 2022 como se preveía en un principio, sino que habrá retrasos. Un imprevisto que, si bien no ha sorprendido al comercio de la zona, especialmente afectado por esta actuación urbanística, sí ha generado cierta molestia a cuenta de la falta de coordinación municipal.
Todavía no se sabe a cuánto ascenderá la ampliación de plazos solicitada por las contratas de las obras, extremo que debe concretar la concejalía de Movilidad Sostenible, que dirige Giuseppe Grezzi, encargada de esta reforma. Con todo, las empresas ya han avisado de que, al menos, algunos trabajos se han retrasado ya mes y medio, como publicó Valencia Plaza este viernes.
El motivo que aducían las compañías adjudicatarias de las obras en varios escritos remitidos a la concejalía tenía que ver con los hallazgos arqueológicos encontrados en unas actuaciones de la red eléctrica ajenas a las de la plaza, pero que están coincidiendo en el tiempo y también en el espacio.
Por ello, la noticia no ha caído demasiado bien entre el sector comercial del casco histórico. La presidenta de la asociación de comerciantes del centro, Julia Martínez, asegura que "no es de recibo" lo que considera una "descoordinación" en el seno del Ayuntamiento, al hacer converger dos obras al mismo tiempo.
Las empresas que están llevando a cabo la reforma ya advertían el 1 de junio a la concejalía de unas demoras iniciales de dos semanas a la espera de instrucciones desde la Generalitat Valenciana y que, de prolongarse esa parálisis en esta parte de la plaza "por la ampliación de los trabajos arqueológicos", se podía ocasionar "una demora importante" en las obras.
Hay que recordar que Grezzi, preguntado sobre posibles demoras a raíz de los hallazgos arqueológicos, señaló a mediados de junio que las obras iban "según lo previsto" y que no había ninguna novedad respecto a los plazos. Y mientras, desde la concejalía se urgía internamente a la Generalitat y al equipo de arqueólogos municipales a decidir qué se debía hacer "para no prolongar más la paralización de las obras" debido a "las implicaciones económicas y de cumplimiento de plazos".
Y es que, tal y como recordaban los técnicos municipales en este sentido, de estas obras depende el día a día del comercio y de la hostelería: "Va a repercutir en la apertura de los locales de hostelería ubicados en la plaza y en el desarrollo de las actividades falleras que se desarrollan en la misma".
"Lo lamentable es la falta de coordinación", asegura Martínez sobre lo ocurrido: "El Ayuntamiento se ahorra dinero porque hace varias actuaciones al mismo tiempo, pero el retraso ahora nos parece bastante poco sensible con una zona que ha sufrido muchísimo en el último año y medio". A la caída de turistas se suman ahora unas obras que, aunque el sector siempre las ha calificado de necesarias, también llegan en el momento más inoportuno.
Las obras, que empezaron en abril de este año, tenían un plazo de ejecución previsto de 12 meses. Plazo que todo indica que no se cumplirá, no sólo por la ampliación de las excavaciones arqueológicas sino también por el inesperado mal estado de la estructura del aparcamiento subterráneo de la plaza, que requerirá de una intervención más compleja que la contemplada al principio.
En la asociación de comerciantes ya se olían que las fechas fijadas por el Ayuntamiento no se iban a cumplir, por lo que estaban prevenidos. "Sabíamos que el plazo estipulado de 12 meses era una fecha muy politica", asegura Martínez: "Preveiamos lo que iba a pasar, que iba a ser mayor, entre 14 y 16 meses". Por eso desde la entidad ya habían advertido a sus asociados de que no se fiaran del todo de las expectativas consistoriales.
"Es una obra muy compleja, teniendo en cuenta que hay un aparcamiento, hay un parque, hay que hacer excavaciones donde estaba la judería, sobre la que hay poco documentado... Siendo realistas, se veía venir", asegura en este sentido la presidenta del comercio del centro: "No entendíamos cómo el Ayuntamiento decía una fecha tan absolutamente irreal".
Así pues, insiste en recordar que el sector del comercio de la ciudad ya ha solicitado al consistorio más de una vez la creación de una mesa de coordinación con los diferentes agentes para evitar situaciones de descoordinación que acaben perjudicando a los negocios y vecinos del Cap i Casal. "Queremos coordinación", subraya, "y pedimos esa mesa porque hay actuaciones complejas que tienen muchas implicaciones". Por ahora, no se ha constituido
